martes, 16 abril 2024

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2022, un año de sucesos meteorológicos históricos en España

La sequía, las altas temperaturas y las abundantes lluvias son algunos de los fenómenos más destacables en el país

Desde que comenzó el año 2022, la meteorología ha sido noticia primero por la falta de lluvias, después por el calor y finalmente por las abundantes precipitaciones, a pesar de la sequía. Algo histórico ha sido la temperatura. A pocos días de terminar el año 2022 se ha confirmado que este año ha sido el más cálido de la serie histórica en España, superando en 1,6 ºC el valor promedio desde 1961.  

Francisco Martín, José Miguel Viñas y José Antonio Maldonado, expertos de Meteored (tiempo.com) han analizado los sucesos meteorológicos más reseñables del año.  

Hermine provoca inundaciones en Canarias  

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) nombró a la tormenta tropical Hermine entre el 23 y 25 de septiembre, cuando se encontraba muy al sur y a distancia de Canarias. Tuvo un recorrido singular de sur a norte y paralela a las costas africanas. A pesar de que su centro no alteró o estuvo próximo al archipiélago canario, la interacción con una vaguada en altura causó una lengua de humedad y bandas de precipitaciones que propiciaron lluvias generalizadas, fuertes y persistentes.

Muchas precipitaciones estuvieron acompañadas de tormentas, sobre todo el 24 y 25 de septiembre, cuando se batieron récords de acumulaciones en 24 horas. Además, el 25 se superaron los 100 l/m2 en un día en muchas localidades.

La borrasca Efraín  

La borrasca Efráin se originó en un activo ciclón subtropical. Más tarde sufrió un proceso de profundización y variación en latitudes medias, convirtiéndose en una potente borrasca muy al oeste de la Península.

Más al norte, un anticiclón de bloqueo en Groenlandia propició que Efraín enviara varios frentes con lluvias abundantes en la fachada occidental peninsular, con valores generalizados de más de 100 l/m2 en puntos que sufrían una intensa sequía. Las lluvias estaban vinculadas a “ríos atmosféricos” muy cargados de humedad. A la vez, la borrasca escudó de las irrupciones gélidas de norte que padecieron otros países.  

Temperaturas extremas en verano

El calor extremo que padeció España durante este verano fue la situación meteorológica más reseñable del año. No se habían registrado valores tan anómalos desde el verano de 2003.

Se registraron tres olas de calor (casi cuatro) y destacó la escasa relajación  del calor entre los picos de las olas y las numerosas noches tropicales y tórridas, batiéndose por bastante los registros anteriores.

La borrasca Celia y la calima

Durante este año los episodios de calima han sido protagonistas en España. Han destacado tanto su regularidad como la intensidad y amplitud de algunos episodios.

Uno de ellos fue el asociado a la borrasca Celia en el mes de marzo, dando lugar a una histórica intrusión de polvo en suspensión y unos cielos naranjas que parecían ficticios. La sequía en el norte de África ayudó a la liberación de la atmósfera de grandes cantidades de polvo y arena de origen sahariano. Durante unas horas, España fue el país con la peor calidad del aire del planeta.

Larga temporada de sequía

El 2022 ha sido un año ligeramente seco con respecto a la media. Aunque hay que matizar entre diferentes zonas, con una clara diferenciación entre las regiones del norte y las del este, sobre todo en las del suroeste donde ha habido un largo periodo de sequía. Las restricciones de agua llegaron hasta las Rías Baixas, con los embalses españoles por debajo del 35% de su capacidad total, registros que no se daban desde 1990.

En diciembre, el intenso anticiclón situado al norte del continente propició que las borrascas llegasen a puntos meridionales, cambiando la situación y propiciando que este mes haya sido de los más húmedos del siglo.

Un año negro para la masa forestal

La sequía y el calor del verano causaron incendios y durante el año se han calcinado más de 300.000 hectáreas en España. Este escenario de grandes incendios se ha dado en otros puntos de Europa, dejando este año una superficie quemada tres veces por encima de la media durante la última década y cuatro veces superior en España.

A pesar de ello, en los últimos 20 años, una mayor concienciación ciudadana, el aumento de la persecución de los pirómanos y la mejora de los equipos de extinción han conseguido reducir el número de incendios que se dan cada año en España. Entre 2010 y 2019 el número de siniestros ha bajado un 36 por ciento con respecto a la década pasada.

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