La abstención y el voto nulo podría favorecer a la derecha valenciana en el 28 M

'El desgaste del Botànic y la pérdida del miedo a la ultraderecha', las claves para que predominen estas alternativas de voto, según el análisis del politólogo Carlos González a Actualitat Valenciana

El próximo 28 de mayo se celebran las elecciones autonómicas y municipales y cada vez hay más incógnitas sobre cómo la abstención y las modalidades alternativas de voto (el blanco y nulo), podrían afectar al actual panorama político de la Comunitat Valenciana, al encontrarse con los bloques de izquierdas y derechas tan empatados, tal y como dice la última encuesta del CIS.

A este respecto, Actualitat Valenciana habla con el politólogo experto en derecho constitucional y profesor asociado de la UCH, Carlos González, para analizar el panorama político de la Comunitat, las posibles diferencias que pueden marcar estos tipos de votos alternativos y cómo podrían afectar estos a los resultados finales.

Para González las claves para entender el panorama de estos comicios son que la izquierda “ya no está tan movilizada” porque en las últimas elecciones de 2019 “los partidos más progresistas incitaban al voto de la gente por el miedo a que venía la ultraderecha” y esto “ya ha perdido un poco de peso”, afirma.

Otro de los factores a tener en cuenta es “el desgaste de dos legislaturas de un gobierno en coalición pues las cosas no duran para siempre y en política no existe la excepción”, alega. Por estos motivos, explica que la abstención o el voto nulo, “podrían beneficiar más a la derecha”.

No obstante, el politólogo indice en que considera que “no va a haber tanta abstención como en 2015” porque el candidato del Partido Popular a President de la Generalitat, Carlos Mazón, es actualmente Presidente de la Diputación de Alicante y esto puede hacer “que haya mucho tirón en esta ciudad”. Asimismo, tomando como referencia 2019 “cuando ganaron por muy pocos votos Oltra y Puig” observamos como el Botànic “lo tuvo mucho más difícil que en 2015”, por ello la expectativa de este 2023, “es que sea algo intermedio”. 

Con respecto al voto nulo, la tendencia es sea a la baja en Alicante y Castellón pero “subiendo en València”. Hay que destacar que el voto nulo “no suele superar el 2%, ya que el tope fue en València en 2019 con un 2,23%”. No obstante, alega, “de normal suele rondar el 1,5% y el 0,5%, mientras que el voto en blanco “está en tendencia” Esto se traduce en que haya “más voto de protesta que de indecisión”. Es un síntoma que los bloques “están muy alineados” es decir, “eres pro-Botànic o eres del Partido Popular, Vox e incluso Compromís”.

Voto ‘muy valenciano’

Otra de las claves a tener en cuenta el panorama político actual, tomando como referencia de nuevo la encuesta del CIS, es que más del 60% de los valencianos “prioriza los temas de preocupación propios a los de España”. Por tanto, “va a ser un voto muy valenciano”.

Además, “más de la mitad de los valencianos antepone el programa frente a lo que es el candidato o la candidata que se presente”, es decir “están pendientes de las propuestas”, afirma González con respecto a la citada encuesta. Todo esto se traduce también en que el valenciano vota “a quién propone mejoras o dinámicas distintas en la Comunitat Valenciana y no está pendiente tanto de Pedro Sánchez o del tipo de agenda política ligada a lo que es la Moncloa”.

Abstención, voto blanco y nulo: ¿Cómo diferenciarlos?

Por un lado, el voto en blanco que consiste en votar manifestando que ninguna de las opciones planteadas es adecuada, tiene una peculiaridad y es que “encarece o dificulta el escaño a los partidos menores”, detalla el politólogo. Es decir, actualmente en les Corts hay una barrera del 5% de los votos para obtener el escaño, por tanto lo que sucede es que el voto en blanco “computa en el total de votos pero no para nadie en concreto”. 

Por otro lado, el voto nulo, es uno mal realizado en una elección, en el punto que acarrea su inutilidad. Este, conforme explica González, “no afecta al cómputo global, no tiene validez como el anterior y no alteras lo que cuenta un escaño ni las elecciones”. No obstante “es muy importante tenerlo en cuenta” ya que refleja “el sentimiento de rechazo o de protesta y tiene un significado de completa duda electoral”.

Mientras que la abstención, es el acto por el cual una persona, en unas elecciones, decide no ejercer su derecho al voto, ya sea en unas elecciones generales o si, en un procedimiento parlamento, el representante está presente en la votación pero no vota.