Dos de las collas, quizás más emblemáticas de Castellón, al menos en lo que a programación propia se refiere, la Colla Bacalao y la Colla del Rei Barbut, celebrarán este fin de semana asambleas para consensuar y decidir qué modelo de actividades y actos están dispuestos a asumir en un año de una Magdalena tildada ya de “descafeinada” por algunos y atípica para todos.
Aunque mientras desde la Colla Bacalao, su presidente José Miguel Rebollo, asegura que tienen “plan A y plan B”, según lo que decida este viernes la asamblea y en cambio desde el Rei Barbut, Manuel Altava, confirma que están pidiendo todos los permisos contando con hacer todos los actos en los que intervienen habitualmente, la singularidad obligada por las restricciones de la pandemia marca directrices.
Además, y al margen de las decisiones finales que tomen estos colectivos, cabe recordar que la anulación de los espacios gastronómicos más multitudinarios y de los grandes conciertos que ya anunciara el ayuntamiento, servirán también de reclamo para incrementar la ya numerosa participación habitual de público en los actos de estas collas. Algo que, precisamente, de no dar un giro de último momento en cuanto a limitaciones de aforos, podría acarrear complicaciones adicionales a estas entidades. Por eso, cada colla tiene su manera de afrontar esta situación.
Des de la Colla Bacalao, Rebollo, asegura que barajan dos alternativas. “Nosotros ya tememos el plan A y el plan B. Em primero sería hacerlo todo según lo previsto pero acotando la calle con vallas más altas que otros años, para lo que hemos pedido permiso y contando que tenemos que poner controladores de acceso para cumplir todas las normas sanitarias que se estipulen, pero mantendríamos, la barra, los conciertos,….todo y el plan B sería hacer actividades solo para socios y amigos pero dentro de la colla”.
Para tomar la decisión final, este viernes “se ha convocado a una asamblea general extraordinaria a todos los socios, porque ahí pesa mucho la responsabilidad en materia del riesgo que tenemos en la colla, ya que si en una situación de no pandemia si hay algún problema las sanciones pueden ser digamos de 600 euros, ahora estamos hablando de 30.000, y nos jugamos el patrimonio, por eso lo decidiremos en asamblea”, añade el presidente de este colectivo.
Por su parte, desde la Colla del Rei Barbut, Altava insiste en que se está trabajando “en todos los escenarios y actos en los que participamos, desde las carrozas del pegó hasta la participación en la ofrenada y lo haremos todo en el estricto cumplimiento de la legalidad sanitaria. Estamos ocupados en hacer bien las cosas”, asegura.
Un argumento que también reitera cuando se habla de los conciertos y espectáculos habituales frente al Palacio de la Diputación, insistiendo en acatar cuantas directrices se marquen desde las autoridades correspondientes. “Hemos pedido todos los permisos. Todo aquello que no podamos garantizar bien, no lo haremos”. No estoy nada preocupado, en 45 años de Colla hemos demostrado que sabemos llenar la plaza de las aulas”, concluye.
