Una vez más la lluvia que ha caído hoy en Castelló, aún sin ser de las más copiosas, ha arrastrado ríos de barro hacia el centro de la ciudad. Desde la zona del parque Ribalta pasando por La Farola, la calle Zaragoza de nuevo se ha convertido en una balsa cuyo nivel ha anegado también las aceras y la plataforma del tram.
Imágenes repetidas que los comerciantes de esta calle aseguran que se dan cada vez que llueve “desde que se reformó la rotonda de la Farola en la Plaza de la Independencia”, comentan mientras limpian el agua sucia de barro de la puerta de sus comercios.
Una reforma para la que se presupuestaron alrededor de 480.000 euros y que a tenor de los hechos parece presentar igual un considerable margen de mejora, al menos por lo que respecta a posibles soluciones para este problema que se repite.