Con el convencimiento claro de que una ciudad innovadora como Vila-real no puede dejar de crecer por arrastrar una deuda heredada, su alcalde, José Benlloch ha reconocido que ha pedido al President de la Generalitat que tenga “cierta sensibilidad” con aquellos ayuntamientos endeudados, fruto de gobiernos anteriores.
Benlloch ha expuesto de nuevo que esta situación tan delicada “puede producir un problema de perdida de transformaciones de la economía y de mejora de oportunidad de la calidad de vida de las personas”.
Por eso, aprovechando la presencia de Puig en la inauguración de la feria Destaca, el primer edil ha tenido la oportunidad de intercambiar algunas palabras con el dirigente autonómico. Así, tras el recorrido por la feria, Benlloch confirmaba a algunos medios que hablará con el Conseller de Hacienda, transmitiéndole algunos de los logros conseguidos con el modelo de colaboración publico-privada, para pedir que se tengan en cuenta todos estos factores a la hora de afinar la “sensibilidad” con la situación económica del municipio.
Otra cosa será, cómo se vaya a transmitir esa sensibilidad. De hecho el alcalde ha apuntado que hay diversas fórmulas que pueden venir tanto “creando algún tipo de fondo o permitir algún tipo de ICO que no genere deuda, por ejemplo”.
El edil socialista ha añadido que cree que la Generalitat tienen músculo para gestionar estas vías de ayuda y que también es su responsabilidad para evitar que se frene el desarrollo. El responsable municipal ha añadido que si hay algo que le preocupa no es el día a día del municipio sino perder oportunidades como proyectos europeos a los que el municipio no puede optar ahora al ser necesario apartar una parte de la cuantía subvencionada para acceder a la subvención.
