“Pocas cosas se tendrán que cambiar en Magdalena respecto lo ya previsto, tras el anuncio de hoy de Puig” en cuanto a las recomendaciones para fiestas. Al menos así lo ha asegurado el concejal de festas, Omar Braina, en decalraciones al Actualitat Valenciana.
Braina ha celebrado “la sensibilidad del President” respecto a la petición que le hizo la alcaldesa de que las directrices que se establecieran fueran las mismas tanto para las celebraciones de Fallas como de Magdalena, aunque cabe recordar que esta idea no era original de la primera edil sino que coincidía con una petición que ya había transmitido muchos entes festeros.
Según estas indicaciones, la obligatoriedad de la mascarilla en eventos que impliquen aglomeraciones como ‘mascletaes’ y también donde se concentre mucho público, y las no restricciones de aforo, tienen además el punto añadido de que quienes participen en desfiles no tendrán que llevar mascarilla.
El Programa ‘oficial’ de Fiestas
Con todo, el concejal de fiestas de Castellón ha insistido en que, aunque esperaban también estas recomendaciones “y ahora esperaremos a leerlas detalladamente cuando nos las hagan llegar”, tampoco se alejan de lo que había previsto, con lo cual ha afirmado que serán pocas las variaciones o cambios que se tengan que hacer en el programa oficial definitivo.
Este documento, según ha asegurado Braina, que está prácticamente hecho, tiene que pasar para su aprobación por el Consell Rector de Fiestas. Un trámite que podría producirse “a finales de esta semana o principios de la próxima”, ha indicado. Aunque también ha añadido que no hay que olvidar “que falta aún más de un mes para Magdalena”.
Por otra parte, respecto a todas las informaciones que han ido circulando en cuanto a los cambios en las fiestas de este año, el concejal señala que “excepto los grandes conciertos y las carpas no hay tantos cambios, lo que ocurre es que hay algunos actos que se han tenido que adaptar o cambiar de formato, pero eso no quiere decir que no se vayan a hacer, sino que serán diferentes”.
En este sentido, se ha referido a la obligatoriedad establecida de llevar mascarilla para ir a la Romeria, indicando que “en un acto tan multitudinario como ese pocas cosas se pueden hacer para adaptarlo”.
