A ritmo de batucada, para arrancar el desfile Castelló inició esta víspera de Reyes su cabalgata para recibir a Sus Majestades como se merecen y que pudieran repartir regalos por toda la ciudad. En un desfile voluntarioso en cuanto a la numerosa participación de los colectivos que se sumaron, los participantes trataron de marcar un ritmo trepidante con sus coreografías creando espectáculo.
De nuevo, luces led en algunos trajes, y constantes choques de mano de los personajes que desfilaban con los espectadores más pequeños. Así, cada cual montó su espectáculo musical con coreografías más o menos ensayadas pero sobre todo con el denominador común de hacer felices a los espectadores.
Como siempre presencia comercial con las ya conocidas carrozas y después colectivos festeros siempre dispuestos a sumar y a participar en la fiesta. Desde la Federació de Colles de Castelló hasta la Federació Gestora de Gaiates pasando con escuelas de baile o representes de las Cortes de Honor y por su puesto con la dolçaina i el Tabal entonando villancicos entre los potentes altavoces para poner ritmo a otras coreografías, todos dieron lo mejor en un desfile que precede a una noche mágica.
Y como corresponde, al final el momento álgido con la llegada de sus majestades al Palau tras la adoración al niño, un pequeño Jesús, despierto y espabilado que parecía no querer perderse ningún detalle.
Sus Majestades, fueron recibidos por los máximos representantes y la alcaldesa tuvo la oportunidad de nuevo de pedirle algún deseo para Castelló al Rey Melchor, momentos antes de entregarle la llave de la ciudad que ha hecho posible que este 6 de enero, las casas hayan despertado llenas de regalos e ilusión.
