Los actos en conmemoración del 770 Aniversario de la Ciudad terminan han terminado hoy con la visita teatralizada Na Violant d’Hongria, primera reina de Castelló, que ha tenido lugar esta mañana; y el espectáculo de juglares y bufones, seguido del homenaje de los Cavallers Temples a Jaume I, de esta tarde.
En la plaza Mayor, junto al Fadrí, se ha dado así por concluida una programación que se inició en la misma ubicación con un volteo extraordinario de campanas el pasado jueves; 770 años después del 8 de septiembre de 1251 cuando el rey Jaume I otorgó la Llicència de Trasllat.
Cinco días en los que han convivido diversos actos con el eje fundamental de recordar y dar a conocer momentos claves de las historia fundacional de la ciudad.
Con ese siglo XIII como marco de fondo, a través del humor, la solemnidad o la emoción del tímido reencuentro que para muchos castellonenses han supuesto estos días, Castelló ha recuperado de algún modo esos aires, aún conmedidos de tantos actos que se quedaron a medias con la arrasadora pandemia.
“Los actos en honor a Na Violant d’Hongria y a Jaume I, con la colaboración de los templarios, protagonizan la última jornada de la conmemoración del 770 Aniversario de Castelló, durante la que hemos podido recuperar parte de nuestra historia como pueblo y rememorar nuestros orígenes”, ha destacado la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco.
“Durante los últimos cinco días hemos tenido la oportunidad de vivir una efeméride muy especial para los y las castellonenses y desarrollar un programa diseñado teniendo en cuenta el contexto actual y las medidas de seguridad y de protección ante la covid-19”, ha apuntado Marco, poniendo en valor de nuevo uno de los ejes principales de la programación, como fue el acto institucional en recuerdo a las víctimas de la covid-19 y en reconocimiento a los servicios esenciales durante la pandemia.
