Con un término que históricamente ha vivido riadas y inundaciones en los capítulos de fuertes lluvias, ya sea por falta de canalizaciones o por falta de preparación, Castelló se prepara de nuevo para las precipitaciones otoñales que, entre otros muchos puntos de afección, se suelen concentrar en zonas de la marjaleria.
Por eso el ayuntamiento ha anunciado que destinará dos con cinco millones de euros en la conservación de los bombeos del alcantarillado al mismo modo que “fortalece la administración ambiental y el protocolo de lluvias”, como han afirmado los representantes municipales.
La Junta de Gobierno del Municipio de Castelló va a abordar este jueves la adjudicación del nuevo contrato de conservación y mantenimiento de la red de bombeos del sistema de alcantarillado y de la infraestructura de aguas pluviales. El proyecto contempla un presupuesto de dos con cinco millones de euros en 4 años y prevé mejoras para fortalecer el protocolo de lluvias en la Marjalería, la administración ambiental y el control de vertidos.
Con la renovación del contrato de conservación de los bombeos avanzamos para reducir el peligro de impacto ambiental en la red de alcantarillado y fortalecer las instalaciones del protocolo antilluvias para rebajar las posibles afecciones por inundaciones”, ha señalado el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro, que ha destacado la apuesta del Consistorio en, “Potenciar una administración ambiental y amoldar a la urbe frente al reto de cambio climático”.
Facsa se lleva la adjudicación para los próximos 4 años
La adjudicación aprobada a través de procedimiento abierto ha recaído en en la Sociedad de Promuevo Agrícola Castellonense (Facsa) por un periodo de 4 años y un costo de 649.813 euros en los primeros 3 años cada uno de ellos y de 433.209 en el cuarto año.
El contrato contempla actuaciones de mejora en los equipos de protocolo frente a las lluvias, que se activa cuando se generan capítulos pluviales. Así, prevé una ampliación en 2 depósitos en la estación de bombeos de aguas pluviales de la zona de la Molinera de la Marjalería, como un silenciador para reducir los ruidos y asegurar su activación de noche. Así, se acrecentará la confiabilidad y eficacia de esta instalación y se atenuarán los efectos de los capítulos de lluvia en este punto. Asimismo hay actuaciones en las compuertas de los Tornillos de la Plana, Entrilles y Acequia de la Travessera, y en el motor del Serradal.
La propuesta introduce nuevas ideas para fortalecer la administración ambiental y el control de vertidos en la red de alcantarillado, contemplando la instalación de un equipo nuevo para el seguimiento de aliviaderos y vertidos y una ampliación de los puntos de muestreo en los recolectores de Borriol y Benicàssim cuyas aguas son tratadas en la depuradora de Castelló.
