La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Castelló ha aprobado inicialmente el proyecto de la primera Ordenanza Municipal de Movilidad Sostenible y su formulación al pleno, al que seguirá una exposición al público durante el plazo de 30 días para la presentación de reclamaciones y sugerencias y su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y en la web municipal (www.castello.es). Si transcurrido ese plazo no se hubieran presentado reclamaciones, se entendería definitivamente aprobada sin necesidad de un nuevo acuerdo plenario.
Es la fase final de la tramitación de una ordenanza que ya se ha sometido a consulta y a información pública previamente y que se enmarca en la necesidad de que el Ayuntamiento de Castelló disponga de una regulación que facilite y mejore las condiciones de movilidad, accesibilidad y de sostenibilidad que permita cumplir con los objetivos medioambientales que suscitan los desplazamientos de personas, vehículos y mercancías.
Todo ello, prestando especial atención a las personas con movilidad reducida, el transporte público, la marcha a pie, el uso de la bicicleta y otros elementos mecánicos sin motor, así como las zonas de la ciudad con velocidad limitada y las zonas de baja emisión.
“Esta primera ordenanza de movilidad sostenible de Castelló tiene como objeto armonizar los distintos usos de la vía pública y los espacios urbanos, prestando especial atención a los peatones y ciclistas”, ha explicado el concejal de Movilidad Sostenible, Jorge Ribes.
El texto, asimismo, “preserva y fomenta la seguridad vial, articulando medidas de calmado de tráfico y regulando lo que será la futura zona de bajas emisiones de Castelló, uno de los proyectos más transformadores de la ciudad”, ha detallado Ribes. Además, “se impulsa el uso del transporte público, y se hace hincapié en la accesibilidad universal y la incorporación de la perspectiva de género en su aplicación”, ha apuntado.
El texto adapta la normativa de Tráfico a las particularidades de Castelló y es de aplicación en todo el término municipal, en las vías urbanas y en las interurbanas cuya competencia hubiera sido cedida al Ayuntamiento.
En su articulado, la Ordenanza Municipal de Movilidad Sostenible se ocupa de las normas generales de circulación y seguridad vial, estableciendo criterios para la necesaria convivencia en los espacios públicos, la limitación de velocidad en el núcleo urbano y los principales criterios de vigilancia y control de la seguridad vial. También aborda la circulación de vehículos a motor, estableciendo las restricciones a la circulación de vehículos pesados, las normas de circulación para motocicletas, ciclomotores y bicicletas, junto a las de los vehículos de movilidad personal.
Desarrolla, asimismo, las normas generales sobre la circulación de viandantes, las zonas de especial protección para el peatón, las zonas 30 y las de espacio compartido, las zonas de bajas emisiones y la regulación de las zonas peatonales de uso restringido. También recoge la distribución urbana de mercancías y las normas generales sobre carga y descarga. Además, regula las medidas de promoción del transporte público, especial o el transporte de mercancías peligrosas, así como el servicio de bicicleta pública municipal y servicios privados de arrendamiento, tanto de bicicletas como de vehículos de movilidad personal.
Establece los criterios para la emisión de las tarjetas de movilidad reducida, así como los de la parada, el estacionamiento y el estacionamiento regulado; y los usos temporales de la vía pública. Recoge, asimismo, el régimen sancionador, las responsabilidades y la clasificación de las sanciones.
