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jueves, 25 abril 2024

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Cómo detectar fallos del amortiguador

Los amortiguadores cumplen una función básica para la seguridad en la conducción, por ello deben de revisarse periódicamente de acuerdo a las especificaciones de los fabricantes. Además, si notamos algún síntoma anómalo, hemos de consultar inmediatamente con un profesional.

Y en caso de que sea necesario realizar una sustitución, resulta esencial apostar siempre por recambios de calidad que ofrezcan todas las garantías.

Imagen del amortiguador de recambioscoche.es


Unos componentes como los amortiguadores están sometidos a mucho desgaste, por lo que valorando el papel tan importante que juegan para la seguridad vial va a ser muy importante evaluar su estado cada 20.000 kilómetrosaproximadamente, aunque esta medida puede variar en función del tipo de vehículo, la marca y el modelo concreto que se trate.

 Síntomas de un amortiguador el mal estado

Con todo, si notamos algo extraño en el comportamiento del vehículo habría que cerciorarse de la fuente del problema, ya pueda estribar esta en un amortiguador o cualquier otra pieza.

Los síntomas indicativos de anomalías o fallos de funcionamiento en los amortiguadores pueden ser muy variados. Así tendríamos, por ejemplo, aumentos repentinos en la distancia de frenado, dificultades de maniobrabilidad, la escucha de ruidos extraños cuando se pone el motor en marcha o se conduce, el balanceo del chasis del vehículo, que en el habitáculo interior se note más la fricción con la carretera, o que los neumáticos no se desgasten de manera homogénea.

 Tipos de averías en los amortiguadores más comunes

Las razones por las que puede dar problemas un amortiguador son múltiples:

  • Avería en el sellado del aceite y del buje que permite el giro del eje, ya sea por la deficiente calidad del componente o por el desgaste.
  • Daños en la varilla por una instalación defectuosa, que por ejemplo haya podido decapar la rosca con una llave de impacto mecánica.
  • Mantenimientos inadecuados, que pongamos por caso no hayan sustituido con la periodicidad debida las botas antipolvo, lo que hace que los amortiguadores queden desprotegidos ante el efecto desgastante de la suciedad y la corrosión, al ir perdiendo su capacidad de rigidez y volverse más dúctiles.

Así, hay que valorar que la exposición de los amortiguadores a cargas muy altas inherente a su operativa hace que se magnifique cualquier pequeña merma de calidad, fallo de instalación o negligencia en la revisión y puesta a punto.

 Reparaciones de amortiguadores

Ante cualquier duda sobre el óptimo funcionamiento de los amortiguadores es aconsejable acudir a nuestro taller de confianza, para que lleven a cabo un diagnóstico del componente, idealmente en un banco de dos velocidades.

Aquí, podrán dar la respuesta adecuada al problema, solucionándolo mediante la sustitución de sellosvarillas o juntas, la eliminación de cualquier hipotética fuga, la adición del nitrógeno que se haya podido perder, el reemplazo del líquido o la restauración de componentes, ya sea con métodos de pulverización catódica o mediante la aplicación de polímeros.

Recambio de amortiguadores

Aunque no se produzcan anomalías de funcionamiento, los amortiguadores no tienen una vida útil que exceda de los tres o cuatro años, y en caso de que concurran condiciones especiales de conducción por vías agresivas hablaríamos de una limitación todavía mayor, cifrable en 50.000 kilómetros a lo sumo, porque los amortiguadores desempeñan un papel muy importante en la seguridad de nuestra conducción.

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