La versión dada por el propietario del castillo hinchable de la feria de Mislata donde se produjo un trágico suceso el 4 de enero, ya que murieron dos niñas que estaban en la atracción en aquel momento, se contradice en algunos puntos con las declaraciones de los testigos y con las pruebas recogidas por la Policía Nacional.
Cuando se produjo el accidente se registraron ráfagas de viento de hasta 70 kilómetros por hora, aunque no se había decretado ninguna alerta ni aviso por viento en Mislata.
Al parecer, los investigadores han encontrado que algunas de las cuerdas que tendrían que sujetar la atracción del castillo hinchable no estaban sujetas o estaban desgastadas o, incluso, estropeadas. Unos indicios que podrían apuntar a una negligencia por parte del propietario.
La investigación debe determinar si estas cuerdas, como ha declarado el propietario de la atracción, se cortaron en el momento del accidente para socorrer a los menores que habían quedado atrapados, o no es así.
Algunos padres y madres también habrían dicho que uno de los lados del hinchable no estaba bien anclado al suelo, según avanza el diario Levante.