El presidente de la Diputación, José Martí, trasladará a la Conselleria de Sanidad Universal y Salut Pública la preocupación de los trabajadores del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de Castellón por el proyecto de centralización del servicio en Valencia.
Un mensaje que, sin embargo, parece no compartir su grupo político dado que a nadie se le escapa que cuando el tema se planteó en el Pleno de la Diputación del pasado mes de mayo, tratando de que prosperara una moción conjunta y se convirtiera en Declaración institucional, la abstención del PSOE impidió la unanimidad para reclamar la permanencia del servicio en la provincia. Algo que, en cambio, no ocurrió en el Ayuntamiento de la capital de la Plana que sí que consiguió acuerdo con el respaldo socialista.
Así, la nota oficial que ha hecho llegar la Diputación explica que estos profesionales “consideran que la supresión de la unidad de Castellón irá en detrimento de la atención a las ciudadanas y los ciudadanos de la provincia porque se producirá un incremento del tiempo de respuesta”. En su opinión, explica el comunicado, “optar por la centralización supone un retroceso que hará que se resientan el factor humano y la proximidad”.
Una argumentación que, por otro lado, utilizaron grupos políticos tanto socios del PSOE como de la oposición y que los representantes socialistas trataron de “desarmar” en sus exposiciones en el atril.
Tampoco la necesidad de conocimiento del terreno y el espacio que estos trabajadores exponían hoy al presidente Martí, parece que en su momento fue suficiente para que el grupo socialista en la Diputación de Castellón osara desautorizar la decisión de su partido en el Consell, aún cuando en otras ocasiones se ha llegado a hacer bandera de que en la ‘Diputación del cambio’ iban a primar los intereses de la provincia sobre cualquier otra cosa.
