Las primeras cinco personas usuarias del anhelado centro de día de Alzheimer de La Pineda podrían llegar la primera semana de noviembre. Y así progresivamente hasta que para finales de año se hayan cubierto 25 de las 56 plazas totales, 50 concertadas y 6 privadas que ofertará este recurso cuya apertura se ha demorado en el tiempo mucho más de lo esperado.
Mientras estos días el ayuntamiento de Castelló está subsanado los pequeños requerimientos técnicos que indicó la Conselleria en su última visita, -detalles como poner un pasamanos adicional o colocar algunos elementos en el baño del personal de trabajo, entre otras cosas-, la última visita para dar la luz verde definitiva podría tener lugar la próxima semana.
Esto supondría que el centro de la asociación provincial de Alzheimer, Salomé Moliner, pediría ya la autorización para que los dos últimos meses del año pudiera entrar en funcionamiento recepcionando cinco pacientes semanales.
Esta incorporación progresiva, según explica la responsable, Silvia Ramos, también serviría, por otro lado para adaptarse y de algún modo testear la entrada en funcionamiento de este servicio tan necesario y demandado. “Será como un rodaje que permitirá lograr la máxima calidad”, apunta Ramos.
Así cuando se resuelva definitivamente en nuevo concierto social para esas 50 plazas públicas y en enero arranque al cien por cien este recurso asistencial, la provincia recuperará y dispondrá por fin de un instrumento vital para responder a una demanda creciente que además tiene ya colapsadas las aulas de memoria que ofrece la asociación AFA Castellón, entre otros de su servicios para familiares de personas con Alzheimer.
