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jueves, 25 abril 2024

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El profesorado de un colegio religioso mide el largo de la falda a las alumnas

Como castigo, las alumnas que llevaban la falda, bajo el criterio del centro, muy corta, no entraban en clase junto al resto de compañeros.

Padres y madres de alumnas del colegio católico concertado Jesús María de Alicante hacían saltar todas las alarmas sobre la supuesta discriminación que estaban sufriendo algunas de las menores.

Al parecer, el centro medía las faldas a las niñas. Más concretamente los profesores. Así, la alumna que bajo su criterio, la llevaba muy corta, estaba obligada a permanecer en un aula en la que no se impartía clase, separada del resto de compañeros. Los padres, al conocer lo que estaba sucediendo, decidieron denunciar.

Entre las quejas, destacaba que “los profesores estaban obligados a medir las faldas de las niñas, para ver si cumplían el estándar”. Debido al revuelo causado, la Conselleria de Educación se ha visto obligada a responder. Desde Educación, aseguran a Diario de Alicante “rechazar por completo esta actuación. Y así se lo hizo saber Inspección Educativa al centro para que rectificara dicha decisión”.

El Director del centro asegura que es algo “normal”

Sin embargo, el Director del centro, Luis Martínez-Abarca afirma que esta situación “se está descontextualizando” “Los colegios tenemos nuestro reglamento, donde se encuentran normas de cuestiones formales como el uniforme”, explica. “No son las fundamentales, pero sí necesarias”, afirma el director, que incluye entre estas normas, además de la indumentaria, no comer en clase, respetar a los compañeros y profesores…

Además, desde el centro asegura que el reglamento establece las condiciones de uso del uniforme tanto para los chicos como para las chicas. “Este año hemos encontrado que había cierta tendencia de chicos a no utilizar el calzado definido, que son los zapatos”, afirma. “Entre las chicas había un grupo significativo que llevaba la falda excesivamente corta. Durante las primeras semanas se informó en las clases, se avisó individualmente…” añade el director, que reconoce que el asunto de los chicos “se solucionó con facilidad, pero en el grupo de las chicas había un grupo que se resistía a aceptarlo”.

Ahí fue, entonces, cuando llegó esta medida más drástica. “Tomamos la decisión, de manera puntual, de que estas alumnas no entraran a clase y fueran a un aula de convivencia con un profesor, a hacer otras tareas”, reconoce Luis Martínez-Abarca. “Se trataba de una llamada de atención seria, pero como el tema tiene que ver con el largo de la falda y chicas…” añade insinuando que se ha desvirtualizado el tema.

Finalmente, el director aclara que esto es algo “absolutamente normal en la convivencia de los colegios y que estará pasando en la gran mayoría de los centros”.

La APA apoya al centro

A pesar de las críticas recibidas, la Asociación de Padres de Alumnos de este centro ha querido mostrar su apoyo con el mismo. En un comunicado, la APA aseguraba que “la uniformidad es una norma de convivencia que está en el Reglamento del Régimen Interno del centro, del cual se informa y las familias aceptan y firman”.

Por eso, la APA apoya a la Dirección del centro en velar “por el cumplimiento del Reglamento, que resulta fundamental para mantener la convivencia“. Además, aseguran que el centro no está realizando discriminación a las alumnas por el uso incorrecto del uniforme, pues “se está haciendo cumplir una norma del colegio”.

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