Corinna Larsen se defiende a si misma como “una estratega política” y es bien cierto que lo es. Tras los reiterados ataques a nuestro Rey Emérito en diferentes medios de comunicación britanicos desde la Unión Monárquica de Castellón queremos presentar la realidad social de la empresaria germano-danesa y sus andanzas para medrar socialmente.
Desde que tenemos noticias de ella Corinna Larsen ha utilizado sus matrimonios y sus relaciones sentimentales con fines lucrativos, con su primer matrimonio consiguió introducirse entre la alta sociedad londinense, algo que le resultó bastante lucrativo pero que, no obstante, no le pareció suficiente. Una vez divorciada de su primer marido hundió sus garras en el joven príncipe alemán Johan Casimir Sayn-Wittgenstein, con quién contrajo matrimonio con la desaprobación de los padres del mismo, los cuales ya eran sabedores del desmedido apetito social y económico de Corinna, ahora, usando el apellido y el título de su nuevo esposo, consiguió que su nombre sonara en los salones de la alta sociedad europea.
El divorcio llegó en 2005 y toda la familia del príncipe se afano en borrar de la historia toda huella que les relacionara con Corinna, aunque ella , continuó durante años utilizando el título y el apellido de su exmarido para darse a conocer en las altas esferas y conceder entrevistas, facilitando sus negocios. Tras un largo litigio perdió ese derecho en favor de la nueva esposa del principe, pero la venganza estaba por llegar, despechada interpuso una demanda judicial contra el príncipe reclamando un supuesto préstamo de 682000 € , con Corinna no se juega. Llegamos pues al año 2004, año en el que comenzaría el romance con nuestro rey emérito y que, según Corinna Larsen, duraría hasta 2009, cuando, el entonces Rey de España, le confesó la relación con otra mujer.
Dice Corinna que Juan Carlos le prometió ocuparse de ella económicamente ya que le manifestó su deseo de gestionar su testamento en vida. Pasado el tiempo las cláusulas de manutención de Corinna jamás existieron, lo que enfureció a la empresaria.Respecto al dinero que el monarca regalo al hijo de Larsen, Corinna asegura que fue en pago por los cuidados durante el tiempo que el Rey permaneció ingresado cuando le fue detectado un tumor pulmonar y no por actuar como testaferro cuando se recibió el dinero de Arabia.
Terminada toda relación y, según cuenta la empresaria, Juan Carlos le pidió que devolviese ese dinero a Arabia Saudí, corría el año 2011, pero esta se negó a ello pues consideraba que se trataba de un pago en agradecimiento y que esto no era más que un berrinche del monarca que no asumia que no iban a retomar a su relación sentimental. Pero Corinna Larsen no perdona, sus declaraciones llegan en un momento difícil para la monarquía española, ha sabido esperar el momento y servir bien fría su venganza.
Corinna Larsen no es más que una oportunista que está aprovenchando la situación que vive nuestra monarquía para seguir ganando dinero. ¿Quién no recuerda a Bienvenida Pérez?
Monárquicos saludos
Rafael José Ferrando es el delegado de la Unión Monárquica de Castellón
