sábado, 20 abril 2024

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La actriz Eva Isanta conducirá la gala del Premio Azorín, dedicada al género teatral

Diputación y Grupo Planeta desvelan los nombres finalistas a dos días del evento, que también contará con los actores Jesús Olmedo y Cristina Plazas

La actriz Eva Isanta conducirá la gala de entrega del Premio Azorín este año, que se enfocará en la faceta teatral del escritor monovero. Una de las menos cultivadas pero que también cuenta con obras como El segador, estrenada en 1927. La gala se celebrará este jueves, 2 de marzo, a partir de las 19:00 horas, previa apertura de puertas del ADDA a las 18:15. Y en ella participarán también los actores Jesús Olmedo y Cristina Plazas. El evento, bajo el lema “Cuando lo escrito cobra vida”, podrá seguirse en las redes sociales de la Diputación con la etiqueta #Azorín2023.

Cuatro mujeres y un hombre, junto a otros cinco escritores bajo seudónimo, -3 con nombre masculino y 2 femenino-, componen los 10 finalistas para alzarse con el Premio Azorín de Novela 2023. Un galardón que Grupo Planeta lleva apadrinando desde hace 30 años, desde 1994, cuando Gonzalo Torrente Ballester fue laureado por La novela de Pepe Ansúrez.

Este jueves se escucharán en el Auditorio de Música de la Diputación de Alicante los nombres de Carolina Redondo, Hugo Vanderbilt, Joan Boix, María del Carmen de Frías, Claudia Fernández, Miguel Tornadijo, Guillermo Bell, Remedios Solano, María Teresa Fernández y Esther Egea. Uno de ellos será el nuevo Premio Azorín 2023, premiado con 45.000 euros y promocionado en España y extranjero por Grupo Planeta.

Un premio al que este año se han presentado 206 aspirantes, 17 menos que en la pasada edición, pero más o menos en la línea de todos los años, ha explicado Carlos Creuheras, director de Comunicación del grupo editorial.

Entre los aspirantes, 162 de España, muy repartidos, ha precisado la diputada de Cultura y Transparencia, y vicepresidenta de la Diputación, Julia Parra. De ellos, 21 de Alicante y 12 de València.

Julia Parra ha destacado que este año la temática que se ha impuesto es la intriga, policial o aventuras y algunas con componente sobrenatural. También destacan las de temática actual, de tipo reivindicativo, especialmente de temáticas femeninas. Las novelas románticas se mantienen en la misma tendencia y han supuesto el 10% de las obras presentadas a concurso, similar a la edición de 2022. Y entre las novedades, este año, es el descenso de la temática de la guerra civil española.

La diputada de Cultura ha indicado que la gala de entrega de premios estará dedicada al teatro, que si bien no fue la faceta más cultivada del escritor monovero, sí llegó a cultivar. Durante la misma expondrá un fragmento de El Segador. Asimismo, estará amenizada con la música de Adda Sinfónica, dirigida por Tomas Grau con piezas del compositor alicanitno Óscar Esplá y la actuación de la bailarina ilicitana, Asun Noales.

En esta edición “literatura, teatro, música y danza estarán presentes en una gala muy especial del Premio Azorín de Novela que coincide con la celebración del 200 aniversario de la Diputación de Alicante, una conmemoración que, de nuevo, reunirá a una nutrida representación de la sociedad alicantina para ser testigos de uno de los premios literarios más importantes de nuestro país”, ha puntualizado.

El director de Comunicación de Grupo Planeta ha subrayado el clima de diálogo claro con los distintos gobiernos de la Diputación de Alicante, desde hace 30 años, siendo un premio del que “estamos orgullosos” y que goza de “de muy buena salud”.

“Nos sentimos profundamente orgullosos y si algo ha caracterizado esta colaboración es la relación bien avenida que tenemos, cuyo fruto es este certamen que se ha ganado el respeto y el cariño del mundo del libro”, ha comentado el director de Relaciones Institucionales del Grupo Planeta.

Asimismo, ha destacado el buen momento que atraviesa el sector editorial en nuestro país que desde la pandemia ha aumentado y mantenido el índice de lectura de 7 a 8 hiras y media con un 69%de lectores frecuentes.

Además, respecto al Premio Azorín pone de relieve que confluye algo no frecuente porque “ha sabido conjugar excelentes críticas y un nivel de ventas mas que aceptables”.

Las diez novelas finalistas

  • El pasado invisible, de Carolina Redondo Fernández.

Karen, bióloga marina, y su hijo Daniel empiezan una nueva vida en la aislada estación Shackelton, en la Antártida, donde ella pretende averiguar el verdadero motivo de la muerte de su padre, glaciólogo. Junto con Finn Blake, escritor de éxito que busca superar un bloqueo creativo, deberá sobrevivir a una terrible tormenta que todos los años confina a los habitantes de la isla durante más de un mes.

  • Calles de traición, de Hugo Vanderbilt (seudónimo).

La vida de Daniela, una joven periodista de investigación que se interesa por un posible pacto entre el ministro del Interior y un mafioso serbio encarcelado para que este no destape una supuesta trama policial de corrupción, y la de Dardo, el cabecilla de una pandilla de quinquis del barrio madrileño de San Blas, acaban dando vida a una

novela que nos descubre tanto la evolución del tráfico y consumo de drogas en España, desde el hachís hasta la heroína y la cocaína, como la corrupción política vinculada a este mundo. El retrato de los diferentes miembros de la pandilla –Dardo, Peyo, Zanco, Gordi, el Flecos…- y su lucha por sobrevivir en un mundo marginal se alterna con el del periodismo y la política en una novela de acción trepidante, no exenta de intriga y denuncia social.

  • El corazón del mar, de Joan Boix (seudónimo).

Patricia Montcada, cartógrafa de 42 años, acude a realizar un peritaje relativo a un proyecto secreto vinculado con Cristóbal Colón, la búsqueda del Meridiano 0 o Punto Fijo que utilizó en su primer viaje. A ella se unirá Joan Maltés, exagente expoliador de documentos antiguos, y los jóvenes informáticos Érika y Nacho. Los cuatro emprenden una aventura que condicionará su futuro, que sacudirá los cimientos de la vida de funcionaria de Patricia y en el que la ciudad de Alicante desempeña un papel trascendental. Novela de acción, con múltiples aventuras y peripecias en distintos escenarios.

  • La membrana, de María del Carmen de Frías García.

Cuatro mujeres funcionarias rememoran sus vidas durante la cena de jubilación de una de ellas, María, que ha sido jefa de las otras tres: Concha, viuda y aficionada a escribir (ha publicado dos novelas y es quien cuenta la historia); Merche, separada; y Lola, soltera que oculta su lesbianismo desde la adolescencia. Durante la cena y luego, entre copa y copa, van poniendo al desnudo sus frustraciones y fracasos, tanto en su vida personal como profesional. Las cuatro tienen en común haber tenido que enfrentarse a la educación mojigata y represiva de la posguerra. La falta de afecto en sus infancias y adolescencias, la experiencia del internado, y el peso de la moral católica, marcarán sus vidas. Excelente análisis de la marginación de la mujer en la España franquista y de su lucha por abrirse camino en el campo laboral hasta adquirir una autonomía personal.

  • Lo que el fuego no apagó, de Claudia Fernández (seudónimo).

La novela reproduce un manuscrito encontrado, las memorias secretas de Cósima, la hija de Franz Liszt, escritas como válvula de escape y que encierran un secreto nunca confesado. Atrapada en un matrimonio infeliz, Cósima une su vida a Richard Wagner, aunque ello no evita que

tenga que luchar por su felicidad y sobrellevar un sentimiento de culpa, las situaciones profesionales adversas, la dependencia del rey Luis II de Baviera y deambular entre el dolor, la moral de la época y el dictado de su corazón.

  • En el campo del olvido, de Miguel Tornadijo.

Novela histórica y de aventuras ambientada en el siglo XVI, durante los reinados de Carlos V y Felipe II. Lope, un muchacho de dieciocho años, de familia humilde, natural del pueblo burgalés de Ausines, se enamora de una novicia, Leonor, hija del conde don Luis de Quesada, a la que deja embarazada. Tras una pelea con unos recaudadores y ser azotado, lo que deshonra a la familia, se marcha a Burgos, donde aprenderá a leer y escribir, y también el arte de la imprenta, hecho que le llevará a mejorar su vida, trabajar para la Mesta o conocer el exilio en Flandes. Todas estas andanzas dan pie para una descripción minuciosa de la época, la peste, las guerras y las luchas de poder, además de incidir en los problemas religiosos y la persecución de libros prohibidos.

  • Romance, de Guillermo Bell (seudónimo).

Peregrine Fox, de 68 años, séptimo vizconde de Bentley, y la traductora Rocío Medina, de 63 años, se conocen por medio de una web de citas inglesas. Él, parco, con tres divorcios a sus espaldas y coleccionista de arte contemporáneo, y ella, andaluza, romántica impenitente y profesora universitaria de literatura inglesa, inician una relación vía correo electrónico que permite conocer las interioridades de dos personajes en busca de nuevas experiencias, de un amor a 1.500 km de distancia. La obra, con guiños continuos a las novelas de Jane Austen, es un relato no exento de humor e ironía, del amor exótico entre un aristócrata inglés y una andaluza apasionada de clase media.

  • Cristales rotos, de Remedios Solano Rodríguez.

La misteriosa desaparición de Miriam, una adolescente que estudia en el instituto de Roleva, y la consiguiente investigación, entrevistando y recabando datos entre los vecinos, no solo ofrece un retrato de sus habitantes, sino que también amenaza con descubrir los errores del pasado y los desaciertos de un presente sin atractivo futuro. Novela de trasfondo social que describe la vida en un pueblo, en el que no faltan

las envidias, los secretos o la violencia familiar, realidad que sufren, sobre todo, las adolescentes como Miriam y sus compañeras de instituto.

  • Mariana, de María Teresa Fernández.

En la segunda mitad del S. XIX, el padre de Mariana, una niña de trece años, sufre un robo y es asesinado cuando regresaba al pueblo tras vender las tierras. La viuda y sus tres hijos deciden entonces trasladarse a Madrid, donde un hermano del difunto regenta una Posada en la Cava Baja. Mariana entra allí a trabajar en la fábrica de tabacos como cigarrera y, desde entonces, las reivindicaciones sociales, la violencia y el amor y sus sinsabores le conducen a un periplo de incertidumbre y contratiempos, que deberá superar para salir adelante.

  • Solo la niebla, de Esther Egea (seudónimo).

Ambientada en Galicia (Foz, Mondoñedo, Santiago de Compostela…), la novela recrea el mundo mágico y maravilloso de Álvaro Cunqueiro. Más de cuarenta personajes, entre ellos Don Cunqueiro, mago, maestro y forjador de hombres, se entrelazan en una serie de historias maravillosas en las que no faltan sirenas, mujeres trasformadas en animales, puertas secretas que rompen las dimensiones de espacio-tiempo, o amores no correspondidos. El narrador, después de leer el libro Pájaros y brumas, de Ana Gumbela, siente el deseo de visitar los lugares que allí se citan. Inicia así un viaje que le llevará a conocer a los personajes más diversos y las historias más extrañas que estos le cuentan o dicen haber vivido.

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