Piden ocho años de prisión para cada uno de los dos hombres a los que la Fiscalía acusa de un delito continuado de estafa por engañar a cinco inversores a los que hicieron creer que iban a poner en marcha una mina en unas fincas de Lucena y la Pobla de Tornesa con yacimientos de arcilla y caolines con gran valor para la industria de azulejera.
Según mantiene la acusación pública, los procesados habrían recibido cantidades que oscilaban entre los 90.000 y los 20.000 euros de diferentes víctimas para la explotación que nunca llegó a realizarse.