Juzgan a 11 implicados en la comercialización y distribución entre los años 2010 y 2011 de fármacos y sustancias dopantes para el deporte prohibidas que eran adquiridas a través de Internet procedentes de países como China o Portugal.
También vendían presuntamente cocaína o hachís, así como medicamentos legales en España gracias a las recetas que uno de ellos, enfermero de un hospital de Valencia, conseguía gracias a su relación de confianza con un médico.
Algunas de esas sustancias dopantes eran vendidas en gimnasios de la ciudad o entre ciclistas federados. También está acusada una enfermera de la farmacia centro hospitalario valenciano por sustraer del mismo sustancias estimulantes tras simular su extravío.
La Fiscalía solicita inicialmente para los acusados penas de entre un año y medio y seis años de prisión por delitos contra la salud pública, falsedad documental y hurto.
