Juzgan a once personas acusadas de formar parte de una organización especializada en traer grandes cantidades de cocaína desde Costa Rica a través del puerto de Valencia camufladas en envíos de fibra de coco y de blanquear el dinero obtenido de su venta a través de un entramado empresarial.
La investigación comenzó a finales de 2019 cuando el Ministerio de Seguridad de Costa Rica informó a la Policía Judicial de Valencia sobre determinados envíos, importados por una empresa valenciana con sede en Alcàsser y Torrent, respecto de la que se inició un seguimiento.
Durante el mismo, se localizaron más de 400 kilogramos de cocaína ocultos en los contenedores de un envío realizado en noviembre. Los investigadores procedieron a la entrega controlada del cargamento, momento en el que se produjeron las primeras detenciones.
Según la Fiscalía, los procesados habían creado un entramado empresarial para dar apariencia de actividad real y poder importar la cocaína y blanquear el dinero obtenido.
La acusación pública solicita penas que oscilan entre los ocho años y medio y los 25 años de prisión por los delitos de organización criminal, blanqueo de capitales y contra la salud pública.
