Ni productos informáticos, ni robots de cocina a precios inferiores a los de mercado ni ventas exclusivas en plataformas on-line. La leche se ha convertido en las últimas horas en el nuevo producto estrella de Amazon.
Mayoritariamente en formato de pack de seis litros y en las distintas versiones, incluyendo las leches enriquecidas destinadas a niños, los lácteos acaparan las ventas, disparándose hasta convertirse en los productos más vendidos como destacan los mismos anuncios que el gigante de la venta on line envia a sus usuarios.
De este modo, parece que los internautas encuentran en esta plataforma una alternativa a comprar la leche que falta en los supermercados. Una carencia que, pese a las repetidas llamadas a la calma de hace unos días por parte de muchos empresarios y políticos no ha podido con la histeria desatada de una población que ha vaciado estanterías haciendo acopio de esos productos, que podían verse amenazados en la cadena de suministro por la huelga de transportistas.
Una amenaza, la de “quedarse sin” que, cabe recordar, parece fluctuar entre diferentes productos a tenor de las alarmas sociales que se generan. De hecho, hace solo unas semanas, en el inicio de la guerra de Ucrania, era el aceite de girasol, el bien más codiciado y era entonces el producto que con mayor rapidez desaparecía, llegando también los supermercados a verse obligados a establecer límites de compra pese a los intentos tranquilizadores de las organizaciones de consumidores para evitar el efecto contagio del temor.