Tras declararse el pasado 14 de agosto y haber arrasado 19.000 hectáreas, haber desplazado a más de 1.500 personas y confinado otras tantas, el incendio se da por controlado.
Así lo han comunicado fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón a las 20h. No se trata del punto final del incendio, pero se acerca el fin de la primera parte de la pesadilla.
La segunda parte queda patente en el paisaje, que tardará décadas en recuperarse. Este martes el Consejo de Ministros ha aprobado la declaración de zona catastrófica tanto las áreas calcinadas por el incendio forestal de Begís como el del Vall d’Ebo.
Un incendio se da por controlado cuando todo el perímetro se encuentra rodeado por una línea de control, formada por una franja de terreno sin vegetación o con vegetación ya quemada, pudiendo quedar en su interior algunos puntos calientes. Queda todavía la tarea final de extinción, donde los técnicos forestales comprueban exhaustivamente la zona y descartan totalmente la posibilidad de que el fuego se reavive.
