Si para todos los vecinos de Vila-real sus fiestas son especiales, aún más lo están siendo para la reina y las damas que más han esperado su gran momento, tras dos años de restricciones por la pandemia. San Pasqual ya fue el oxígeno y sus sonrisas se vieron por fin sin mascarilla pero esta vez, además, otros pequeños personajes y sus familias también han sido protagonistas por ‘estrenar’ fiestas. Son los niños y niñas nacidos en 2021 y 2022.
En una concentración en la plaza Major este domingo, con la colaboración de la asociación de Filles de Maria del Rosari y la Colla Gegantara, a más de uno se le han escapado las lágrimas al recibir a estos vila-realeros del futuro que nacieron en unos momentos especialmente difíciles.
Pero al margen de emociones, el primer fin de semana de fiestas deja también infinidad de imágenes y sobre todo de ganas de participación en las celebraciones de septiembre. El inconfundible olor de pólvora de la mascletà, la solemnidad de las procesiones o otros actos que transcienden más allá del ámbito festero y congregan a curiosos y aficionados al mundo de los clásicos del motor que marcaron época, como la XXI concentración de SEAT 600 y vehículos clásicos de este domingo, marcan el primer fin de semana, de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia.