Dos hermanos de Antonio Anglès, el prófugo más buscado de España desde 1993 y principal sospechoso del triple crimen de las niñas de Alcàsser en 1992, han muerto en menos de un mes, según publica el diario ‘Las Provincias’.
Se tratan de Enrique y Roberto Anglès, que han fallecido en menos de un mes de tiempo, según el citado medio.
La Guardia Civil descartó la participación de ambos en el triple secuestro, violación y crimen que conmovió a la España de los años 90 y que cambió la historia de la televisión por su gran repercusión mediática.
Pero una jueza mantiene la investigación abierta y está intentando cotejar los restos de ADN de los pelos hallados en escenarios del crimen como la caseta de La Romana, la fosa o en los ropajes de las víctimas con el perfil genético de uno de ellos.
Tanto Enrique como Roberto fueron en su día considerados sospechosos de haber participado en el triple crimen en una de las diligencias abiertas. Y es que en el lugar del crimen se encontró un volante de la Seguridad Social a nombre de Enrique Anglès. Luego se supo que Antonio Anglès utilizaba la identidad de su hermano.
Este pasado día 5 de septiembre se cumplieron 25 años de la sentencia del ‘caso Alcàsser’, que causó un gran revuelo en la sociedad española. Miguel Ricart fue condenado a 170 años de cárcel después del secuestro, violación, tortura y asesinato de Miriam, Desiré y Toñi, aunque finalmente fue puesto en libertad en noviembre de 2013.
Antonio Anglés, el otro implicado en el caso y principal culpable, desapareció sin dejar rastro alguno el 13 de marzo de 1993, por lo que no pudo ser juzgado. La principal teoría es que, tras ser descubierto, se subió a un barco y posteriormente se lanzó al agua y murió ahogado. Pero en febrero del año pasado la justicia reactivó su búsqueda, y desde hace ya casi tres décadas es el prófugo más buscado de España.
El pasado 27 de enero se cumplieron 29 años del hallazgo de los cadáveres de Miriam, Toñi y Desirée, las tres chicas de entre 14 y 15 años que habían desaparecido más de dos meses antes. Fueron dos apicultores quienes los hallaron semienterrados en un paraje cercano al pantano de Tous denominado La Romana.
