La convocatoria de congreso del presidente del PP de Castellón, Miguel Barrachina, ha activado a un ritmo frenético la maquinaria precongresual. Hasta ahora tan solo se habían vislumbrado pequeños atisbos de posibles candidaturas tanteando el terreno. Ahora se ha abierto la veda y ya suenan de forma innegable los tambores de congreso.
No han pasado ni 24 horas desde que Miguel Barrachina comunicara que no iba a presentarse a la reelección y el movimiento en las filas del PP no se ha hecho esperar para que se anunciaran los favoritos a liderar la formación popular.
La situación del Partido Popular, tras la perdida de la Diputación de Castellón y conservar pocas plazas fuertes, no invita a que sea momento de pulsar por dos candidaturas y todas las fuentes apuestan por una lista de consenso que permita a la formación popular recuperar el músculo perdido tras la marcha de Javier Moliner.
Marta Barrachina, política a pie de calle
La valldalbenca Marta Barrachina ha liderado desde el primer momento todas las quinielas de tomar el relevo al actual presidente. Pese a su juventud ha destacado como una alcaldesa que ha conseguido sendas mayorías absolutas en su municipio, pese a contar con la imputación de su predecesor Francisco Martínez como posible lastre de votos.
Algunas de las principales voces del partido ya se sabrían dentro de esta candidatura de consenso: entre las que figuran la senadora Salomé Pradas y la presidenta de la capital Begoña Carrasco. Lo que le podría no sólo abrir las puertas al mayor caladero de afiliados como es Castellón de la Plana, sino brindarle la bendición de Génova.
Cabe recordar que Marta Barrachina dentro del partido ha tenido que realizar durante estos años una extensa labor desde la secretaria de organización. Su presencia en numerosos congresos locales ha permitido que pese a ser alcaldesa de un pequeño municipio sea bastante conocida entre líderes locales y afiliados de a pie.
El perfil de Marta se acercaría también al que el pasado verano se eligió para el líder del PP en la provincia de València: Vicente Mompó es también un alcalde joven de un pueblo pequeño, acostumbrados a la política a pie de calle, despacho en cualquier lugar y con vocación de servicio público.
Carmina Ballester, la gestión de alcaldesa de ciudad
Sin embargo esta lista carecerá de hegemonía hasta que Carmina Ballester se posicione públicamente al respecto. Cabe señalar que Ballester, como alcaldesa de Onda ostenta no sólo la vara de mando del municipio más grande donde está el PP, sino también el que más PIB ostenta.
Durante estos años Ballester ha centrado su gestión en la política de proximidad en un gran municipio, (una asignatura pendiente para el partido ya que las 7 ciudades más grandes de la provincia están en manos del PSOE), sus políticas económicas y sociales la validan como ejemplo de primera edil.
El broche de oro en la gestión de la alcaldesa de Onda ha estado en conseguir que Amazon se instale en el municipio, lo que le ha impulsado a ampliar el potencial de Onda saltando del azulejo al comercio digital, abriendo el abanico de sectores productivos. Todo esto le ha brindado a Ballester ciertas cercanías en Génova, que todavía no se ha posicionado al respecto.
El perfil de una nueva etapa
Sea como sea, el PP de Castellón aspira a ser un proyecto de renovación y camino de contar con una única lista donde sean las mujeres que retomen el control de un partido con retos ambiciosos cara a las elecciones de 2023.
Diversas fuentes han señalado la necesidad de contar con el valor de los pequeños feudos que mantiene Castellón. Es por ello que fuera de los puestos de cabeza estén políticos destacados como el alcalde de Moncofa Wenceslao Alós, el alcalde de Peñíscola Andrés Martínez. También cuenta con apoyos de concejales del PP que están en la oposición, como es el caso del edil de Castelló de la Plana Sergio Toledo o la concejala de Torreblanca Tania Agut.
Lo que parece claro a todas luces es que se optará con una lista de consenso que permita afrontar algunas de las urgentes asignaturas pendientes del partido: recuperar estructuras comarcales debilitadas por el desánimo tras las elecciones de 2019 y hacer una gran apuesta por los municipios grandes de la provincia que permita al PP recuperar la Diputación.
