En una ceremonia sin sobresaltos y sin sorpresas, la película “Todo a la vez en todas partes” cumplió los pronósticos y se consagró como la gran triunfadora de la gala. Siete estatuillas cosechó esta cinta casi indefinible cuya acción transcurre en el Metaverso, en una lavandería y en una oficina de impuestos. Se llevó el Oscar a la mejor película; mejor director, que recogieron Daniel Kwan y Daniel Scheinert; mejor montaje y mejor guión original, categorías que premian de forma indiscutible lo sorprendente de esta propuesta cinematográfica.
No paró ahí el reparto para esta cinta producida y distribuida por los estudios A24. El Oscar a la mejor actriz protagonista fue a parar a Michelle Yeoh, actriz malaya de origen chino y con una amplia carrera cinematográfica. Es la segunda actriz no blanca en ganar este galardón.
El premio al mejor actor de reparto fue para Ke Huy Quan, al que muchos recordarán como el niño oriental de “Indiana Jones y el templo maldito”. Quan ha asegurado con el Oscar en las manos que él es una de las encarnaciones del sueño americano. Y el Oscar a la mejor actriz de reparto ha sido para Jamie Lee Curtis, por su complejo papel de estricta funcionaria de hacienda y malvado personaje del Metaverso. Era uno de los Oscar más esperados y más aplaudidos. Curtis ha dedicado el premio a los espectadores que no la abandonaron cuando protagonizó películas de terror de dudosa calidad, y a las mujeres mayores que resisten en una industria que les da pocas posibilidades.
El Oscar al mejor actor protagonista ha ido a parar a Brendan Fraser, por su interpretación en “The Whale”. Aquí no ha habido sorpresas. Fraser era el claro favorito por un papel que le ha exigido una gran transformación física, y que ha supuesto el retorno de este actor a la primera línea de Hollywood.
“Sin Novedad en el frente”, una película bélica producida por Netflix, adaptación de la novela de Erich Maria Remarque y que transcurre durante la primera guerra mundial ha ganado, entre otros, el Oscar a la mejor película extranjera. La cinta alemana se ha llevado también los premios a mejor fotografía (excelentes tonos grises, pardos y sombríos de James Friend); mejor diseño de producción y mejor banda sonora, compuesta por Volker Bertelmann.
“Pinocho”, del director mexicano Guillermo del Toro, gana el Oscar a la mejor película de animación, y el premio a los mejores efectos especiales va a parar finalmente a “Avatar: el sentido del agua”. La mejor canción original fue para Naatu Naatu, con música de M.M. Keeravaani y letra de Chandrabrose.
Si anoche en la gala hubo un americano impasible, ese fue Steven Spielberg. Prácticamente no se movió de su asiento durante toda la ceremonia. No se llevó ninguna de las estatuillas en las que estaba nominado, entre las que destacaba mejor director por “Los Fabelman”.
La Academia de Hollywood tuvo un gesto significativo al premiar a “Navalny”, como mejor película documental. La cinta cuenta la lucha del abogado ruso Aleksei Navalny a favor de los derechos humanos y en contra de Vladimir Putin. Su mujer, Yulia Navalnaya, recibió en su nombre el galardón y denunció que su marido está en prisión por defender la verdad y la democracia.
Al final no hubo que activar el equipo anti crisis. La gala duró mas de tres horas. El presentador, el cómico Jimmy Kimmel, que conducía la ceremonia por tercera vez, citó casi hasta la reiteración la famosa bofetada del año pasado. En esta ocasión, lo más destacable ha sido la entrada de la modernidad, las redes sociales y los nuevos modelos de familias a través de la narrativa de una película independiente, que ha arrasado: “Todo a la vez en todas partes”. Y la constatación de que las plataformas, Netflix en este caso, siguen consolidándose como las grandes generadoras de contenidos en el mercado cinematográfico.
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