Administrar la vacunación contra el COVID a los cerca de 350.000 menores valencianos de entre 5 y 11 años que, según las últimas informaciones podrían empezar a recibirla durante la próxima semana será un reto poco más que imposible si Sanitat no dota de los especialistas adecuados.
La ya crónica carencia de pediatras, denunciada hasta la saciedad por estos especialistas infantiles, por los colegios de médicos y por todo el personal sanitario, hará imposible que los escasos pediatras puedan abandonar sus saturadas consultas para implicarse en este proceso de inmunización colectiva.
Desde la Sociedad Valenciana de Pediatría, su presidenta, Eva Suárez, vuelve a evidenciar como este problema necesita ahora más que nunca una intervención rápida de la administración si se pretende llegar a esa población infantil sin dejar las consultas desatendidas en un momento especialmente delicado.
En estos momentos la espera para ser atendido en las consultas de pediatría supera en muchos casos los 15 días. Y pese a las horas extras que muchos pediatras vienen realizando, como denuncian los sindicatos médicos, la sobresaturación en los cupos de pacientes asignados hace imposible plantearse ninguna acción adicional como la que supone una vacunación de estas características.
La incidencia y los efectos COVID en niños
Suárez, recuerda que la sintomatología de los más pequeños suele ser leve, pero como advertía este miércoles en declaraciones públicas “no sabemos si las futuras variantes provocarán cuadros más adversos. Ya ahora hay niños que presentan covid persistente, o algunos cuyo pronóstico se complica, por otras patologías asociadas. Y son estos, los niños y niñas de riesgo (con problemas respiratorios, cardiacos u oncológicos) los primeros que deberían vacunarse”, alerta la presidenta de la Sociedad Valenciana de Pediatría.
