La ciudad de València se podría quedar sin los partidos de tenis de la Copa Davis después de que se haya anunciado que Kosmos, la empresa del exfutbolista del Barça Gerard Piqué, deja de gestionar el evento. Recordemos que las administraciones valencianas firmaron en su día un contrato para traer el evento a la capital del Turia.
En concreto Kosmos y las administraciones valencianas, lideradas por la Generalitat, firmaron un contrato por el que València es una de las ciudades escogidas para acoger los partidos de la fase de grupos previa a la final que tiene comprometida Málaga con Kosmos, y que también podría verse afectada por la ruptura este jueves.
València firmó en 2022 un acuerdo con la ITF y Kosmos para albergar la Copa Davis durante 5 años. En septiembre de 2022 albergó la Fase de Grupos y está previsto que este otoño repita como sede de la Fase de Grupos. Según el comunicado de la ITF, la salida de Kosmos no afectará a este acuerdo.
La ITF explica que negoció “un acuerdo sólido para el tenis en 2018. La asociación aumentó la participación, los premios en efectivo y el interés en la Copa Davis y produjo fondos para apoyar el desarrollo global de nuestro deporte”.
“Además de centrarnos en ofrecer otra edición espectacular de la copa mundial masculina de tenis, nos centramos en el crecimiento futuro de la mayor competición internacional anual por equipos en el deporte”, concluye el comunicado de la Federación Internacional, que asumirá la responsabilidad de la organización del torneo ya este año.
Kosmos, inicialmente, se comprometió a organizar la Copa Davis durante veinticinco años a cambio de 3.000 millones de dólares. Sin embargo, la tendencia negativa en los últimos años ha variado la perspectiva y la situación del acuerdo, señalaron a EFE fuentes de la empresa, que achaca a la pandemia y la crisis los intentos de actualizar el compromiso para mantener el acuerdo en unas condiciones más adecuadas a la situación actual.
La empresa de Piqué entendía que las cifras estaban ahora fuera de mercado y que el canon que recibe de las instituciones no satisface la inversión.
