viernes, 26 abril 2024

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El Plan de reajuste presupuestario de Vila-real permite liquidar las cuentas de 2022 con 11,9 millones de remanentes

La liquidación del presupuesto de 2022 avala la estrategia del primer edil y arroja un remanente de tesorería de 11,9 millones de euros.

El Plan de reajuste y priorización presupuestaria, que el alcalde de Vila-real, José Benlloch, lanzó el pasado mes de noviembre para racionalizar el gasto e imponer la prudencia frente a la incertidumbre de la escalada de precios motivada por la guerra de Ucrania, ha dado sus frutos.

La liquidación del presupuesto de 2022 avala la estrategia del primer edil y arroja un remanente de tesorería de 11,9 millones de euros que, ahora, con la coyuntura más estable, permitirán cubrir las necesidades tanto del 2022 como de este año en cuatro grandes ejes: pago a los proveedores, hacer frente a las sentencias del urbanismo del PP, adelantar algunos convenios más inmediatos y evitar un mayor endeudamiento de la ciudad.

“El 10 de noviembre de 2022, ante un contexto socioeconómico incierto y un incremento de costes energéticos multiplicado por tres, presentamos un Plan de reajuste y priorización presupuestaria para centrarnos más en las personas y en los servicios públicos, aparcando proyectos sin renunciar a ellos; es decir, gastar en lo mínimo imprescindible para tener colchón para hacer frente a nuevos reveses por la volatilidad del contexto internacional. El fruto de este esfuerzo lo recogemos ahora, con la liquidación del presupuesto de 2022”, argumenta Benlloch.

No obstante, el alcalde puntualiza: “Haber logrado unos remanentes de 11,9 millones no significa de ninguna manera que este dinero sobre. Aquí no sobra nada y todo está perfectamente calculado para hacer frente a gastos muy concretos que, de otra manera, sin este plan de reajuste, probablemente habríamos tenido muchos problemas para cubrirlos”, detalla el alcalde.

En concreto, de los casi 12 millones, unos cinco millones de euros se destinarán al pago a proveedores, para cubrir compromisos de gasto debidamente contraídos en 2022, principalmente a finales de año. “Son, sobre todo, facturas que no dio tiempo a pagar por el cierre del año contable, como ayudas o servicios como la luz o la limpieza”, explica. Otro millón de euros cubrirá las prórrogas de contratos de servicios que, como el de asfaltado de caminos rurales, finalizan a mitad de año.

Además, se destinarán 800.000 euros para financiar con recursos propios el capítulo de inversiones previsto en el presupuesto de 2023 (el pago de la sentencia urbanística del CTD, el Albergue de la ermita y una nueva fase del cementerio), evitando tener que recurrir a un nuevo préstamo. Otros 500.000 euros se destinarán a pagar tres nuevas sentencias del urbanismo del PP (300.000 euros) y a adelantar los convenios con entidades para garantizar la actividad más inminente (Semana Santa, Ruta de la Tapa, Feria de Abril o Vist) mientras entra en vigor el presupuesto de 2023, bloqueado por “la ruina de la herencia del PP” recuerda Benlloch. Los 4,6 millones de euros restantes corresponden al canon de saneamiento para instalar filtros de carbono en la Bassa del Poble (1,5 millones) y a los proyectos pendientes del plan Edificant (3,1 millones).

El resultado de 11,9 millones de remanentes tras la aplicación del Plan de reajuste y priorización presupuestaria se explica en tres factores principales. “Con la aplicación de este plan, lo que hemos hecho, sobre todo, es gastar menos de lo que inicialmente teníamos previsto. Y esto lo hemos logrado retrasando algunos proyectos, con inversiones que no hemos ejecutado pero que en absoluto hemos olvidado, como el proyecto de reforma del Mercado Central para albergar la nueva sede de Economía o la rehabilitación de la alquería del Botànic Calduch, así como otros, pese a intentar agilizarlos al máximo por su importancia, por circunstancias ajenas a nuestra gestión, se han retrasado; es el caso, entre otros, de la expropiación del solar del cuarto instituto o las obras del Pasqual Nàcher y Concepción Arenal, que están en proceso de licitación tras trabajar con las direcciones para hacer el mejor proyecto posible, pero todavía no han podido licitarse”, señala el alcalde.

A este factor de contención del gasto se suma la facturación pendiente de finales de año y las plazas de funcionariado vacías. “Además de gastar menos de lo previsto, también ha habido un pequeño incremento de ingresos de 300.000 euros, fruto sobre todo del gran dinamismo que está adquiriendo Vila-real y las nuevas inversiones que han llegado este año, mientras que la recaudación por contribución ha bajado, principalmente por la aplicación de las bonificaciones en apoyo al comercio local”, agrega. “Con este esfuerzo, trabajando como siempre con prudencia y responsabilidad, podemos afrontar ahora con algo más oxígeno los retos que nos plantea la nueva Vila-real del siglo XXI”, concluye Benlloch.

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