El president de la Generalitat, Ximo Puig, se ha vuelto a mostrar contrario a la tasa turística que quieren aprobar sus socios del Botànic para la Comunitat Valenciana. “El sector turístico en estos momentos necesita apoyo y sobre todo afecto y empatía” ha explicado Puig.
El jefe del Consell también ha indicado que respeta la opinión de todos los grupos parlamentarios y que es un debate “que se puede realizar porque es pertinente, pero nuestra posición es clara”. “La oportunidad sinceramente ahora no la veo. En estos momentos tenemos otras cuestiones fundamentales en la agenda” ha afirmado Puig.
Estas declaraciones surgen tras la enmienda a la ley de Acompañamiento para 2022 presentada por Compromís y Podemos, que propone implantar un impuesto turístico de entre 0,5 y 2 euros por día para los turistas que visiten el territorio valenciano. Además, plantean que los ayuntamientos puedan establecer un recargo sobre el Impuesto Valenciano sobre Estancias Turísticas.
Por su parte, el síndic del PSPV-PSOE, Manolo Mata, ha señalado que es una cuestión “compleja” que no se puede solucionar “ahora, deprisa y corriendo”, por ello los socialistas se compromete a tramitar una proposición de ley sobre la tasa turística voluntaria y municipal una vez se hayan aprobado los Presupuestos del 2022.
Además Mata ha insistido en que es necesario hablar previamente con los diferentes sectores, así como con los sindicatos porque “hay preocupación de cómo va afectar al Imserso o las competiciones deportivas por las tres provincias”. “Es una cosa de mucha envergadura y que ataca a muchas sensibilidades que es necesario hacerlo bien. Puede llegar afectar alrededor del 59% de los valencianos y valencianas que nos movemos dentro de la Comunitat” ha señalado.
Hosbec asegura que “no existe ninguna razón económica”
Del mismo modo la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC), también se ha mostrado contrario al impuesto turístico y aseguran que “no dan crédito a la insistencia de dos de los partidos del gobierno valenciano a imponer esta tasa en un momento en el que el sector, todavía no se ha recuperado de la más grave crisis sufrida en toda su historia y en plena nueva ola de coronavirus”.
La patronal afirma que “no existe ninguna razón económica, tributaria o de convivencia que justifique esta iniciativa” y que “piensa que hay otros intereses políticos detrás de esta propuesta que se escapa de nuestro ámbito y capacidad de entendimiento”.
“Nos encontramos con un sector turístico que acumula veinte meses de pérdidas, que ahora mismo va a tener que cerrar el 40% de la planta hotelera por falta de demanda, con una caída del mercado de negocios del 20%, y con unos incrementos de costes tanto energéticos como sociales van a afectar profundamente en la recuperación” explican. Además, indican que un 30% de clientes valencianos serían los que pagarían ese impuesto, “agravando todavía más la presión fiscal ya insostenible para nuestra sociedad”.
Aseguran que “cada euro que consuma un turista en destino generará un efecto arrastre de 2 euros más. Si este dinero se detrae de su capacidad de gasto y se dedica a un impuesto adicional solo generará más economía sumergida” como alquileres turísticos en viviendas no legales y “una caída dramática de la competitividad turística valenciana”.
