A Olena y su marido Volodymyr la invasión rusa y el estallido de la guerra en Ucrania les pilló a 3555 kilómetros de casa mientras estaban disfrutando de un viaje de cuatro días por València. Sin embargo sus hijos, de 17 y 20 años, sí que se encuentran cerca del conflicto, a unos 40 kilómetros, junto algunos familiares en una zona “más pacífica”, pero donde se sigue escuchando el eco de las explosiones.
Esta pareja junto a otras dos familias y 7 estudiantes ucranianos se encuentran actualmente refugiadas en la Casa de Acogida del Ayuntamiento de València en la localidad de Rocafort. Todas están ahora buscando asilo, ayuda y protección mientras que a miles de kilómetros su país y sus ciudades viven uno de los peores momentos de la historia.
Olena, profesora universitaria de inglés, confiesa bastante nerviosa que aunque sus hijos se encuentran “bien” no sabe cómo transcurrirá la situación en su país y qué pasará luego porque el ambiente es de incertidumbre total. Cuenta que mantiene un contacto constante con ellos a través aplicaciones de mensajería y que espera reunirse pronto con su hija, que quiere salir del país. Pero no sabe cuándo lo podrá hacer con su hijo, ya que está obligado a combatir en la guerra y tomar las armas por la ley marcial.
Relata que llegó a este espacio de acogida tras contactar con el Consulado y gracias a la ayuda de algunas personas ucranianas residentes en València y el respaldo de las autoridades locales que también les ofrecieron su ayuda. Según explica Alena, ahora mismo se encuentran bien en este espacio “con comida y junto a más personas”, pero asegura que está preocupada por la situación y sus familiares en Kiev.
Tal y como explica, muchas personas tienen miedo y se pasan los días en los refugios y los sótanos escuchando los tiros de los militares rusos, lo que les imposibilita incluso poder comer o beber “por no poder ir a comprar al supermercado”. Además, dice que algunos conocidos le han contado que “alrededor de 20 niños han muerto y que hay mucha gente sufriendo en los hospitales”.
“Deseo que Ucrania sobreviva y gane esta guerra, es un ataque a nuestro país” ha señalado Olena, quién además ha pedido que “paren a Putin” porque Ucrania está en Europa y es un “problema de todo el continente”. “La Unión Europea debe hacer todo lo posible porque no sabemos qué vendrá después ni qué tiene en mente Putin o cual es su misión” ha detallado.
Del mismo modo, su marido Volodymyr ha manifestado que a pesar de que la situación en las últimas semanas era bastante “tensa” no podían pensar que el conflicto iba a estallar de forma “inminente”. Por ello se ha mostrado “en shock” y preocupado porque sus hijo y su hija se encuentran en “peligro”.
Jóvenes de viaje de estudios
En la misma casa de acogida también están siete estudiantes ucranianos que estaban de visita por España y a los que el ataque ruso les sorprendió en la ciudad del Túria. Sin embargo, este grupo de estudiantes no ha querido hacer declaraciones a los medios de comunicación porque tienen miedo a ser reconocidos y ser llamados a combatir en la guerra, ya que están obligados a entrar en el ejército al tener 18 años.
Asimismo, la concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración del Ayuntamiento de València, Maite Ibáñez, ha indicado que estos jóvenes contactaron con Cruz Roja y el ayuntamiento les proporcionó techo, ayuda psicológica y un servicio de traducción que les ha permitido contactar con sus familias para tranquilizarles, quienes les han pedido que no regresen y se queden en València.
Estas son algunas de las centenares de historias que sufren los ucranianos y ucranianas que están saliendo de sus ciudades y dejando sus vidas atrás para huir del conflicto bélico. Según ha explicado Ibañez el consistorio está prestando atención a unas 90 personas que han abandonado en las últimas semanas Ucrania antes del cierre del corredor aéreo.
Aunque afirma que se espera que en los próximos días y semanas sigan llegando personas procedentes de Ucrania o los países cercanos, especialmente familias ucranianas que huyen de la situación o personas rusas a las que “Putin no les representa”. La edil ha señalado que han tenido conocimiento de que algunos familiares de residentes en València están intentando salir de la ciudad para llegar hasta aquí. “Va a venir un grupo importante de ucranianos” ha anunciado.
València partida extraordinaria de 200.000 euros
El alcalde, Joan Ribó, ha anunciado hoy una ayuda extraordinaria y urgente de 200.000 euros, además de otros recursos, como las instalaciones del albergue municipal en Rocafort, para acoger a personas refugiadas de la guerra en Ucrania.
Todo esto, ha remarcado el máximo responsable de la ciudad, “en articulación” con las medidas que establezcan los gobiernos autonómico y central. También ha incidido en el “no en la guerra, no a ninguna guerra, no a la guerra de Ucrania”.
“València es una ciudad refugio y continuará siéndolo”, ha asegurado Ribó en relación a la acogida de personas refugiadas por el conflicto bélico. El alcalde ha informado de que, “además de la partida ordinaria” de la Concejalía de Cooperación al Desarrollo y Migración, está prevista “una ayuda extraordinaria de 200.000 euros más, porque esto evidentemente nadie lo había previsto ni se imaginaba que iba a pasar”.
Sobre el número de personas que València acogerá, el alcalde ha aclarado que “esto es imposible de predecir, porque depende mucho de la duración del conflicto, que yo querría que se acabara ya, a ser posible hoy”. En ese sentido, se ha referido a las distintas situaciones que se producen; por ejemplo, la del grupo de alumnos ucranianos que “no pueden volver” a su país y “les vamos a buscar un lugar de acogida”.
