miércoles, 8 mayo 2024

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La remodelación de Blasco Ibáñez desata críticas entre el vecindario

El cierre al tráfico rodado de tres intersecciones recuerda a la polémica de las intervenciones en la avenida Capuchinos tras el confinamiento

Los bolardos y los maceteros en la avenida de Capuchinos instalados durante un verano, la reforma prevista para la avenida de Lidón, y ahora, la reforma de espacios en la avenida Blasco Ibañez que ya ha hecho desaparecer tres cruces al peatonalizarlos.

Cada vez que se remodelan espacios en Castelló, se reabren las polémicas. Desacuerdos entre el modelo de ciudad o más concretamente lo que se entiende por concepto de comodidad, o de seguridad, resumido en términos de tráfico rodado, tráfico peatonal y accesos con vehículos a motor con más o menos kilómetros o vías alternativas para llegar a destino.

Sea como sea, el último capítulo de peatonalización de cruces, de momento no ha convencido a muchos vecinos además de generar repetidas quejas entre los conductores. De hecho, el concejal de movilidad sostenible, Jorge Ribes, explicaba que el cierre al tráfico de intersecciones del bulevar Blasco Ibáñez “se suma a una actuación similar realizada en la avenida Capuchinos, materializada durante el estado de alarma y consolidada después”. 

De este modo, “en esta avenida, han quedado también inhabilitados varios cruces para los vehículos, dejando abiertas al tráfico solo dos intersecciones con la finalidad de facilitar así el cambio de sentido”, añade.

El PP cuestiona las decisiones “sin contar con la opinión de los castellonenses”

Por su parte, el portavoz adjunto del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Sergio Toledo, se hace eco de las críticas de los conductores que han visto restringida la movilidad en el Bulevar Blasco Ibáñez tras suprimirse los cruces transversales.

Sin previo aviso y sin ninguna intención de contar con la opinión de los castellonenses el equipo de gobierno de Amparo Marco lo ha vuelto a hacer. Elimina accesos igual que en la Avenida de Lidón sin que nadie de lo haya pedido. Lo que pedían los vecinos de Blasco Ibáñez era limitar la velocidad, no suprimir accesos”, explica.

A juicio de Toledo “se trata de una decisión unilateral más del gobierno de Amparo Marco que, lejos de facilitar la vida a los castellonenses, se la complica. Con pasos elevados que obligaran a reducir la velocidad, tal y como pedían los vecinos, hubiera sido suficiente. Sin embargo, con la solución adoptada los vecinos alertan de más más colapso en una avenida muy transitada porque constituye uno de los accesos principales a la Ciudad de la Justicia”.

“Una nueva restricción a la movilidad que se suma a la instalación de semáforos en la Ronda Este, que tantas quejas suscitan especialmente en horas punta, y que pese a haberlo solicitado en numerosas ocasiones, el gobierno de Marco sigue sin facilitarnos el estudio que confirma la necesidad de estos semáforos”, añade.

En total se cierra al tráfico tres cruces de la avenida Blasco Ibáñez, “sin que nadie lo haya pedido, igual que nadie ha pedido la peatonalización de la Avenida de Lidón, por al que los castellonenses vienen manifestándose en contra cada jueves en la plaza Mayor sin que la alcaldesa Amparo Marco ni siquiera se digne a recibirles para exponer su postura”, concluye.

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