La secretaria de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO PV, Ana Belén Montero, denuncia las carencias en esta área de salud pública y el deterioro experimentado a causa de las restricciones causadas por la covid. “La pandemia ha tenido consecuencias en el ámbito sanitario, social, anímico, económico y laboral, que han afectado de forma intensa a la salud mental de gran parte de la ciudadanía”, ha asegurado.
A juicio de CCOO PV, el factor fundamental de esa mayor afectación es el descenso a mínimos y la restricción de las asistencias presenciales en todos los servicios, principalmente en psiquiatría y psicología. Las consultas de salud mental, tanto en psiquiatría, psicología, trabajo social o enfermería, han descendido considerablemente estos últimos años, pasando de 1.157.097 consultas en 2018 a 872.347 en 2020.
Considera Ana Belén Montero que cualquier persona debería poder acceder sin demora a unos servicios públicos de calidad y a una atención sociosanitaria en salud mental digna. Pero la realidad es que muchas personas con trastornos en salud mental han acudido con menor frecuencia o incluso han aplazado durante mucho tiempo sus visitas sanitarias, llegando a producirse un agravamiento posterior de su situación.
Según el Instituto Nacional de Estadística, el número total de personas fallecidas a consecuencia de suicidio en el País Valenciano en 2019 se cifró en 450, siendo el principal motivo de muerte por causas externas. Por sexo, el 77% de los casos fueron hombres, frente el 23% de las mujeres. La prevención del suicidio no se ha abordado debidamente porque falta sensibilización y porque además sigue siendo un tabú en nuestra sociedad que impide abordar este grave problema abiertamente.
La cartera de servicios de Atención Primaria es un instrumento esencial en la organización de la atención y la gestión que debe responder a las necesidades y demandas de la población, siendo la atención a la salud mental un ámbito fundamental que debe de fortalecerse.
Para CCOO PV es fundamental la puesta en marcha de políticas públicas encaminadas a la promoción, la protección y el restablecimiento de la salud mental, para conseguir un mayor bienestar en la población. Por tanto, la prevención en el ámbito comunitario es una tarea imprescindible. La responsabilidad de la sanidad pública no debe recaer únicamente en la curación de la persona, también debe centrar su atención en el cuidado sanitario de la población.
Finalmente, el sindicato reclama el desarrollo de una red de servicios diversificados que ofrezca respuestas a los distintos problemas de salud mental de la población; la puesta en marcha de programas de prevención del estrés en el ámbito laboral; de acciones que promuevan modos de vida saludables; medidas preventivas en la infancia y en la adolescencia, servicios o programas de detección precoz y atención temprana. “La juventud ha sido uno de los colectivos con mayor afectación en salud mental a lo largo de la pandemia, una realidad que exige una especial atención”, manifiesta la secretaria de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO PV.
Entre las tareas pendientes, el sindicato señala las campañas de sensibilización y contra la discriminación de las personas con enfermedad mental para superar “la estigmatización que se crea en torno a los trastornos mentales que, en muchas ocasiones, disuade de buscar ayuda”. En definitiva, se debe de contribuir a la generación de una red pública integral y coordinada (social, educativa, sanitaria, laboral, de vivienda…) con recursos suficientes que permita construir un modelo de atención a la salud mental mucho más inclusivo para todas las personas.
