“El Gobierno, como no puede ser de otra manera, aunque no compartamos la decisión, acatamos la resolución adoptada ayer por la actual mayoría conservadora del Tribunal Constitucional”, ha asumido Pedro Sánchez, en la declaración institucional que ha protagonizado este martes desde la Moncloa.
“Y también, conforme a la ley y a la Constitución, el Gobierno adoptará cuantas medidas sean precisas para poner fin al injustificable bloqueo del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. Y, en consecuencia, para que sea respetada la Constitución y la voluntad popular expresada en las elecciones generales del año 2019”, ha advertido el presidente del Gobierno.
Una situación de la que ha vuelto a culpar al Partido Popular (PP), que a su juicio en los últimos cuatro años solo ha tratado de “mantener con medios espurios un poder que los ciudadanos no le han dado en las urnas”.
El presidente ha acusado a los de Alberto Núñez Feijóo de haber decidido “incumplir el mandato constitucional” después de “perder las elecciones” en noviembre de 2019. En síntesis: “Un bloqueo cuyo único propósito es mantener una composición anterior, y más favorable para su orientación” del máximo intérprete del texto constitucional.
El jefe del Ejecutivo, con tono serio, ha asegurado que “en momentos de incertidumbre se precisa serenidad y firmeza. Serenidad en el estricto cumplimiento de la Ley; y firmeza para hacer prevalecer el respeto a la Constitución y a la voluntad popular expresada libremente en las elecciones”.
Lejos de arrugarse o tirar la toalla ante la decisión del Tribunal Constitucional (TC), Sánchez ha confirmado así que pasará al ataque en su combate contra la derecha política y judicial que ha logrado paralizar su reforma judicial. Este mismo martes, según advierten fuentes de la Moncloa, el jefe del Ejecutivo pondrá en marcha una “contundente reacción”.
Sánchez, no obstante, no ha desvelado aún cuál será su plan B para tratar de sortear el bloqueo que atribuye a la derecha política y judicial, para lo que se abren distintas alternativas. “Estamos estudiando la mejor fórmula”, ha señalado el portavoz del grupo socialista en el Congreso, Patxi López. Sin prisa, pero sin pausa.
Sánchez ha comenzado su intervención especificando que la decisión del TC se tomó este lunes por una “diferencia mínima, de seis a cinco” y que no tiene “precedentes en cuarenta y cuatro años de democracia”. A su juicio, lo que hizo fue “paralizar la acción de las Cortes Generales en un asunto que además afecta a la renovación del propio Tribunal Constitucional, conforme a lo que establece la Carta Magna”.
Aludiendo a lo que han manifestado los distintos grupos de izquierda desde que se conoció la resolución del TC, Sánchez ha expresado que “se trata de un hecho grave, porque por primera vez se impide a los representantes legítimos, democráticamente elegidos por los españoles, con su voto, que realicen su función, de representación, de debate, en el Parlamento, y de legislación. Y precisamente por eso son hechos que no tienen precedentes en nuestro país, pero tampoco de ningún país del espacio institucional europeo”.
Por todo ello, ha finalizado su declaración institucional aseverando que “comprendo la indignación de muchos demócratas al sentirse vulnerados en un principio básico de la soberanía popular, como es de la representación, el del debate, el de la legislación, y comprendo la preocupación de la ciudadanía, que contemplan desconcertados un choque institucional tan grave y tan inédito” ha concluido el presidente del Gobierno.
