Con una caída de las reservas de entre el 70 y el 80% respecto a otros años en las mismas fechas de Semana Santa, la asociación provincial de campings de Castellón se encuentra ahora con un nuevo obstáculo cuando descuelga el teléfono para atender llamadas de posibles clientes de última hora. “Casi la mitad de las llamadas que recibimos nos piden tres parcelas juntas porque son varias familias y hemos de decirles que no porque nosotros, como es lógico, también estamos obligados a cumplir la normativa”, explica el presidente provincial José Maria López.
“Otros nos preguntan si se pueden recibir visitas y cuando les decimos que sólo si son convivientes, muchos se enfadan y no lo entienden”, explica el representante provincial. “Quienes vienen, también tienen que firmar su compromiso de respetar las medidas COVID y cuando nos piden tres parcelas juntas o dos bungalows contiguos obviamente ya sabemos que no se van a cumplir lo establecido en cuanto a restricciones sanitarias, así que preferimos no tener reservas a asumir ese riesgo”, añade.
Así, el sector de los campings está viendo como la ligera animación de reservas de último momento que se podría dar con desplazamientos internos entre provincias de la Comunitat Valenciana, queda empañada con la picaresca de quienes ven en estos espacios al aire libre un pretexto para saltarse las medidas de reuniones de no convivientes y reunirse con amigos que hayan “coincidido” en el mismo espacio.
Del mismo modo, muchas de estas instalaciones, también se ven obligadas a recordar el tema de las citas previas o los aforos de los lugares comunes que se puede permitir ahora que estén abiertos, como piscinas, y advierten a los clientes de que estar en espacios abiertos no exime de tener que respetar la normativa sanitaria.
