València volverá a tener unas Fallas casi “normales” y parecidas a antes de la pandemia con la única restricción de llevar la mascarilla en las grandes aglomeraciones al aire libre, como en las mascletaes, o en los recintos cerrados. Las personas que no cumplan la obligatoriedad de usar la mascarilla se enfrentarán a una sanción, tal y como ha explicado el regidor de Protección Ciudadana, Aarón Cano, tras la Junta Local de Seguridad que se ha celebrado esta mañana en el Ayuntamiento de València.
La ciudad del Túria será “la primera ciudad europea” en volver a organizar un acto de estas dimensiones, que prevé una gran presencia de asistentes tras dos años sin las fiestas josefinas y al coincidir su celebración en un fin de semana festivo. Por ello, el protocolo diseñado para las Fallas tendrá como objetivo: “garantizar la seguridad y cumplimiento de las normas sanitarias; la imagen de València”
Cano ha señalado que el acceso a las mascletaes y castillos “será como en el año 2019, pero con mascarilla”. Asimismo, ha admitido que será “difícil” poder controlar que se cumpla la normativa y se evitará “generar un problema de orden público” porque “no se irá persiguiendo a la gente por la calle”. Ahora bien, ha advertido de que “quien no gaste la mascarilla, se enfrentará a una sanción”.
Para velar por la seguridad y el cumplimiento de la normativa, el dispositivo policial se reforzará con 1.800 agentes y contará con un centro de control en el Ayuntamiento “con visión directa desde helicóptero y drones”. En total serán más de 2.000 agentes de la Policía Local los que vigilarán las calles desde la Cordà, el 26 de febrero, hasta la cremà, el 19 de marzo, junto con dos equipos de la Unidad de Intervención Policial.
Como novedad este año, se habilitará un dispositivo especial y constante en la Lonja de la Seda, la única construcción en València Patrimonio de la Humanidad, y su entorno, recientemente convertido en zona peatonal, para proteger el patrimonio histórico. Aunque la presencia policial será constante, se descarta poner vallas alrededor del edificio gótico por no ocultar su “belleza”.
El alcalde, Joan Ribó, tras finalizar la reunión que ha presidido de forma telemática, ha manifestado que está “garantizada la seguridad”, y ha hecho un llamamiento a la “responsabilidad individual para el uso de la mascarilla en los lugares indicados, que la Policía controlará”. Ha puesto también de relieve el trabajo de los coordinadores covid en las comisiones, con formación impartida desde Salud Pública, para hacer respetar las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
En ese sentido, ha recordado el uso obligatorio de la mascarilla en las concentraciones en espacios abiertos, como mascletaes, la Crida o el público de la ofrenda, y en recintos cerrados. Ribó ha apuntado que las carpas con dos paredes abiertas se consideran instalaciones al aire libre.
Comportamiento de los falleros
Por su parte, el concejal de Cultura Festiva y presidente de JCF, Carlos Galiana, ha afirmado “salir satisfecho” tras la reunión de la Junta Local de Seguridad por la “coordinación y colaboración” entre los diferentes cuerpos de seguridad y las distintas áreas de la corporación municipal, y “por escuchar a los responsables de la seguridad hablar del comportamiento del mundo fallero en las Fallas de septiembre”.
Además ha asegurado que “vamos hacia unas fallas con la máxima normalidad posible” y que ahora es momento “de dejar de preocuparse del comportamiento de los falleros y animar al resto de la ciudadania a colaborar con la responsabilidad individual”.
