El alcalde de València, Joan Ribó, se ha reunido esta mañana con una representación de la Asociación de Vecinos y Vecinas de Patraix, con quienes ha abordado la situación del barrio respecto al Hospital Vithas València Consuelo. Ribó ha garantizado el apoyo del Consistorio para que los derechos de las personas residentes en esta zona sean plenamente respetados, y ha lamentado las consecuencias de una situación que tiene su origen muchos años atrás y que no se corresponde con los parámetros actuales de convivencia urbana.
“Se trata de una situación que es bastante antigua –ha recordado el alcalde- en la cual las licencias de actividad vienen de hace muchos años atrás, pero que poco a poco se fueron ampliando, disipando los derechos de los vecinos y vecinas”. La reunión se ha producido a instancias de la asociación vecinal, que ha trasladado al alcalde “problemas graves de habitabilidad como consecuencia de que se trata de una clínica que está dentro de una manzana de casas”.
Ribó ha explicado que para los actuales parámetros de calidad de vida urbana y de convivencia, “no tiene ningún sentido que una manzana de casas albergue dentro de ella un centro médico, un hospital como éste, porque acaba causando serios problemas a las personas residentes de las viviendas, y también a los vecinos y vecinas del entorno”.
De hecho, el alcalde ha señalado que muchos bajos próximos al hospital están siendo utilizados como servicios de la propia clínica (como centros de analítica o de atención dental…), y por eso ha anunciado que, desde el Ayuntamiento, “vamos a analizar cuidadosamente la situación, porque la clínica tiene una licencia de obras por una declaración objetiva, pero queremos estudiar cómo podemos ayudar al vecindario para que sus derechos sean respetados con la mayor integridad”.
El hecho es que el Hospital funciona en virtud de una licencia de hace muchos años, pero que se ha ido ampliando a lo largo del tiempo de manera paulatina. “No sé si se está abusando –ha subrayado Ribó- pero no quiero que se ataque el derecho al descanso y a determinados derechos de la gente que vive aquí, con un hospital encriptado dentro de un grupo de viviendas”.
“Lo lógico y lo habitual sería que clínica ocupara ella sola en una manzana completa, o estuviera radicada a las afueras de la ciudad; pero esto es una anormalidad que hace que no sólo se use la manzana en cuestión sino también las calles y espacios anexos como ámbito del cotidiano”.
El alcalde ha planteado la necesidad de que la empresa que explota el hospital “pueda trasladar a otro espacio alternativo el máximo de servicios que tiene, y que éste quede reducido a su función inicial de hospital de barrio”.
