“Para que haya prevaricación ha de haber una injusticia manifiesta y además arbitrariedad y quiero decir que ni en este expediente de la retirada de este símbolo franquista, ni en ningún otro ha habido ninguno de los dos elementos porque todas las decisiones que se han llevado a cabo han sido sobre informes técnico-jurídicos que permiten tomar esas decisiones, y desde el máximo respeto a la legalidad a y a los sentimientos religiosos”. Con esta aclaración jurídica, la concejala de Memoria Democrática de Castelló, Verónica Ruiz, ha acudido hoy a los juzgados de la capital de la Plana por la querella por presunta prevaricación administrativa que presentó Vox contra ella por la retirada de la cruz del parque Ribalta.
Cabe recordar que finalmente y tras los múltiples intentos jurídicos del partido de la ultraderecha y asociaciones afines, por paralizar el proceso, esta es la querella que ha llegado a los juzgados, aunque como explicaba la edil de Compromís, “se quedará en nada”.
Sin embargo, Ruiz ha aprovechado la presencia de los medios para mostar su preocupación del “uso” que está haciendo Vox, “al aprovecharse de las garantías constitucionales del Estado de Derecho para fagotizar a la democracia y para amedrantarnos”. “No se puede tolerar la intolerancia, y hemos de combatirla desde todos los estratos sociales”, ha añadido.
Ruiz ha estado arropada por gran parte de los miembros de su partido, entre ellos, el candidato a la presidencia de la Generalitat, Joan Baldoví; el exconseller de Educación, Vicent Marzà o el vicealcalde de Castelló, Ignasi Garcia.
Vox define la Cruz del Ribalta como ‘símbolo religioso pasivo’
En cuanto a las declaraciones del partido que se ha querellado contra Ruiz, la portavoz de Vox en Castellón, Llanos Masó, ha asegurado que ante la cruz no hay registrados actos de exaltación del franquismo en los últimos años. Mientras que el abogado de la formación, Cristóbal Caballero, considera que la decisión de la retirada del monumento es “un torcimiento del derecho” ya que creen que este es un “símbolo religioso pasivo” sin connotaciones franquistas.
