Tras la euforia del ascenso del Villareal B a segunda división, hoy ha sido la afición y el ayuntamiento quienes han querido dar la enhorabuena al equipo por su logro.
Después de que la plantilla ofreciera el ascenso San Pascual, patrón de la localidad, los jugadores se trasladaron al ayuntamiento, para ser recibidos por el alcalde, José Benlloch, y una representación de la corporación municipal.
Pero además, ni las altas temperaturas frenaros a algunos cientos de aficionados que se congregaron en la plaza para mostrar su orgullo y agradecimiento a ese equipo que recoge el esfuerzos de las figuras de la cantera por las que el técnico Miguel Álvarez siempre ha apostado. No en vanos, ha sido también uno de los personajes más aclamados al salir junto a los jugadores a saludar a su ciudad desde el balcón del ayuntamiento.
