A pesar de que se afirma que “el ente” invitará a especialistas festeros a sus reuniones, para pulsar su opinión, todo apunta, como se esperaba, al control político de la fiesta.
El Ayuntamiento de Castellón sigue trabajando en la confección de los nuevos estatutos del Patronato Municipal de Fiestas y lo hace a “imagen y semejanza” del Gobierno Municipal para imponer las normas que rijan las festividades locales.
Como se ha anunciado hoy, el Consejo Rector podrá invitar a especialistas festeros o representantes del mundo de la fiesta con el fin de pulsar su opinión, aunque será el “comisario político” quien al final imponga su criterio.
Además, el organismo municipal reflejará el porcentaje de representación que cada partido político tiene en el pleno. Es decir, que cuantos más concejales tenga un grupo municipal, mayor será el número de delegados en este Consejo de Fiestas.
Actualmente, cada partido tiene un representante, independientemente del número de ediles que tenga, además del presidente (Omar Braina, del PSOE) y la vicepresidenta (Verònica Ruiz, de Compromís).
“Es la muerte anunciada del espíritu democrático que siempre había presidido nuestra fiesta. El Gobierno Municipal apuesta una vez más por el control y la imposición más que por el servicio al ciudadano”, ha afirmado Luciano Ferrer, concejal portavoz del Grupo Municipal VOX en el Ayuntamiento
La Asamblea de Fiestas, que se celebrará del 2 de octubre, servirá para aprobar los nuevos estatutos y confirmar el asalto político al poder de la organización de todas las fiestas de Castellón
Será el concejal de Fiestas, Omar Braina, el que presida la Junta de Fiestas aplicando el modelo de las Fallas de València donde este cargo también lo ocupa un edil. Junto a Omar Braina, cuatro coordinadores/vicepresidentes en este órgano colaborador “gobernarán” la fiesta.
“¿Qué sentido tendrá la existencia del Patronato si todo dependerá del concejal de fiestas? Podríamos ahorrárnoslo y gestionar fiestas desde la concejalía”, concluye Ferrer
