No corren buenos tiempos para la planta de Almussafes. Y es que la falta de microchips, la crisis de suministros como consecuencia de la guerra en Ucrania y el cierre casi un mes del puerto de Shanghai han vuelto abocar a la factoría valenciana a un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), el tercero en lo que va de año.
Esta misma semana la dirección comunicaba al Comité de Empresa nuevas modificaciones en el calendario del vigente ERTE, lo que había provocado que se agotasen prácticamente todos los días disponibles de este expediente. Aunque en un principio tenía una vigencia de hasta el 30 de junio, los continuos cambios en el calendario han llevado a acabar
Es por ello, que este viernes en la reunión de la Comisión de seguimiento del ERTE, la empresa habría solicitado la extensión del expediente hasta finales de julio, según fuentes sindicales. Esto sería posible porque la Reforma Laboral permite la prórroga de los ERTE, sin necesidad de negociar otro nuevo cuando las circunstancias son las mismas.
Además, según fuentes sindicales serían necesarios entre diez y doce días de paro en la actual situación de falta de componentes . “Si consiguen que los problemas en la cadena de suministros se solventen, la dirección renunciaría al ERTE” señalan las mismas fuentes. Del mismo modo, para el próximo lunes por la tarde se ha convocado otra reunión para concretar el programa y los días de producción, ya que este viernes no se ha podido establecer por “falta de claridad”.
Por su parte, el sindicato mayoritario en la planta, UGT ha manifestado que “una vez más, somos conscientes de la situación y que las circunstancias no han cambiado. El resto de sindicatos del Comité no se ha pronunciado aunque están en contra de todos los ERTEs desde la pandemia”.
Un mes de la decisión de Ford Europa
Esta noticia llega un mes antes de que la dirección de Ford Europa escoja entre la planta de Almussafes o la de Saarlouis para adjudicarles la producción de los dos últimos modelos eléctricos. Cabe recordar que en el caso de que la planta valenciana fuese la elegida, entraría en vigor el Acuerdo por la Electrificación que contempla contención salarial hasta 2027 y medidas de flexibilidad laboral como ampliación de la jornada en 15 minutos.
Sin embargo, tal y como anunció hace unas semanas la dirección europea, sea cual sea la planta que reciba los nuevos modelos, ambas deberán “someterse a un redimensionamiento de su estructura actual”, es decir, aplicar ajustes en materia labora.
