Las naves de Guatla del barrio de Zaidía deberán derribarse “parcialmente” sí o sí. Así lo ha adelantado el alcalde de València, Joan Ribó, y la vicealcaldesa y concejal de Urbanismo, Sandra Gómez, tras la reunión que han mantenido este mediodía con los representantes de la Asociación Vecinal Sant Antoni-Saïdia, en la que les han trasladado la propuesta del equipo de gobierno para frenar la macroresidencia de estudiantes.
Concretamente los representantes municipales han planteado una modificación urbanística para impedir este macrohotel, tanto en esta parcela como en cualquier otra de la ciudad, y fragmentar y trasladar la mayor parte de la edificabilidad a la que tienen derecho los propietarios a otros terrenos, lo que disgrega y trocea la edificabilidad. Además, se generan cuatro parcelas edificables, independientes y solo residenciales, y nuevas zonas verdes y servicios públicos, aunque para ello será necesario derribar parcialmente las naves, ya que en este espacio se deberá crear una nueva zona ajardinada como señala el documento de directrices de calidad urbana, según ha explicado Gómez.
“Con la solución que nosotros estamos planteando se debe generar una nueva zona verde, por lo tanto parcialmente seguro que sí que se derribarán las naves. Pero hemos dejado al debate posterior que la nave principal pueda pervivir para crear nuevas dotaciones públicas en la futura construcción” ha detallado la titular de Urbanismo, que ha dejado así la puerta abierta a que la nave principal se mantenga para albergar servicios municipales.
Además, según ha indicado el alcalde, en “ninguna instancia nos ha hablado de la necesidad de protegerlas y, en principio, pensábamos que había dificultados a este respeto”. Aún así, ha afirmado que “es una buena solución porque no perjudica a nadie y libera a los vecinos y vecinas del problema que tenía. La contrapropuesta plantea dos grandes elementos que habían sido una gran reivindicación de los vecinos, trasladar la macroresidencia y dotar al barrio de servicios”.
Del mismo modo, la vicealcaldesa ha manifestado que “es una solución que no origina un grave desequilibrio económico al Ayuntamiento porque se mantienen todos los derechos de la propiedad, y simplemente se trasladan. Y, por lo tanto, sinceramente, creo que es la mejor solución al problema que arrastramos desde hace tiempo”. “Ha sido la lucha de la asociación de vecinos y vecinas durante todo este tiempo y la solución que hoy hemos puesto encima de la mesa ataja ese problema e impide un macrohotel se instale en un patio interior de manzana de casas, con los conflictos y los ruidos que podría ocasionar y una perturbación de la convivencia”.

Los vecinos quieren seguir manteniendo las naves
Sin embargo, esta decisión solo ha contentado en parte a los vecinos y vecinos, ya que ellos esperaban mantener las naves interiores de la manzana de casas por su valor patrimonial y sentimental y que fuera en estas instalaciones las que acogieran las nuevas dotaciones públicas.
“Es una buena noticia para nosotros por la lucha que mantenemos contra el macrohotel, pero por otra, nosotros queremos mantener las naves y nos dicen que esto no es posible porque hay que trasladar el espacio que había previsto para jardines, y, si están las naves, no caben” ha asegurado Daniel Calabuig, miembro de la entidad vecinal al ser preguntado por la posición de la asociación tras la reunión.
Igualmente, Calabuig ha explicado que ahora tendrán que estudiar la propuesta, pero que es un proceso largo, según les han trasladado los concejales, y que habrá posibilidad de alegaciones. “Tenemos que pensar y sopesar para ver si hay espacio para esos jardines o si se podrían plantear de alguna otra manera. Nosotros seguimos con la idea de mantener las naves y protegerlas”.