Las calles del centro histórico de València han acogido esta tarde, durante más de cuatro horas, la solemne procesión general con la imagen peregrina de la Mare de Déu, un broche de oro a los actos principales de su festividad y a los del Centenario de su coronación. Miles de valencianos y valencianas han acudido al acto y a pesar de la lluvia final han acompañado a la Geperudeta por todo el recorrido entre lluvias de pétalos y muestra de devoción.
La procesión ha comenzado con la salida, desde la Catedral, de la imagen de la Virgen que ha pasado por encima de la alfombra de flores realizada por la asociación gallega de los Alfombristas do Corpus Christi de Ponteareas en el suelo de la Plaza de la Virgen, dedicada al Centenario de la Coronación.
Tal era la multitud que ha llenado las calles de la capital que la imagen ha salido y vuelto con varias horas de retraso a la Basílica, e incluso se ha tenido que tapar con un “chubasquero” para que en el tramo final no se mojara el manto.
Y es que en el acto han participado comisiones falleras, cofradías, parroquias, colectivos, asociaciones, autoridades y las Falleras Mayores de València, Laura Mengó y Paula Nieto, y su corte de Honor. Una procesión que no ha querido perderse nadie y que ha provocado que la larga comitiva y las paradas de los costaleros, que llevaban a hombros el anda, retrasará aún más el paso.
La imagen peregrina de la Mare de Déu luce en la procesión el manto conmemorativo del Centenario de la Coronación Canónica de la Mare de Déu sufragado por la Corte de Honor de la Virgen y restaurado por el artista y restaurador Pedro Arrúe. El manto ha sido elaborado a partir de las piezas de un terno que en 1941 fue usado por el entonces Arzobispo de Valencia, Prudencio Melo, en el acto de la segunda Coronación de la imagen de la Patrona.