Los vecinos y vecinas de plaza Honduras, Ciutat Jardí (Cedro) y adyacentes han salido este jueves a la calle para clamar contra el botellón y para reivindicar su derecho al descanso. Centenares de personas se han vuelto a manifestar recorriendo la avenida Blasco Ibañez para exigir la declaración de sus barrios como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) para acabar así con la masificación de las terrazas y locales de ocio que aseguran que hay debajo de sus casas y ante la negativa del Ayuntamiento y el alcalde Joan Ribó a hacerlo.
Por ello, ante la “inacción” del Ayuntamiento, la Asociación Vecinal Ciutat Jardí y la Asociación Vecinal Plaza Honduras han decidido recurrir a los tribunales y presentar un recurso contencioso-administrativa, como paso previo a la demanda, para que se declare como ZAS. Según explican las entidades vecinales, una empresa externa ha realizado un estudio del ruido, y al contrario de lo que dicen los sonómetros municipales, si que cumplen las condiciones.
“Si esto no se arregla: guerra, guerra, guerra”, “Joan Ribó escucha, seguimos en lucha” o ‘Aarón Cano, más policía, menos palabrería‘, son algunas de las proclamas que se han escuchado cantar a los vecinos a lo largo de toda la protesta para reclamar su derecho al descanso. “La salud es un derecho, no es un privilegio. Y unos barrios que no duermen, no son barrios saludables” han señalado.
“Esta masificación y su efecto llamada, han convertido nuestros barrios en un parque temático de ocio juvenil, que se publicita en las guías de Valencia y donde todo vale” aseguran desde la entidad vecinal de la plaza del Cedro.
Además, en el manifiesto que han leído los presidentes de las dos entidades vecinales, Xelo Fíguls y Javier Soler, han exigido al Ayuntamiento que inicie el proceso de declaración de la ZAS, se siente con los vecinos para hablar de los problemas y que ponga en marcha “de inmediato” un plan para acabar con las principales protestas vecinales.
En este sentido han reclamado “la reducción del tamaño y los horarios de los locales y terrazas, moratoria de licencias, e inspección de actividad de los locales existentes, colocación de más sonómetros para que conozcan nuestro mapa de ruido, así como más presencia policial disuasoria y mayor vigilancia, especialmente a partir de la hora de cierre de los locales”.
Asimismo exigen que “se prohiba la venta de bebidas en vasos de plástico para llevar y de la venta de comida durante toda la noche desde algunos locales, mejor atención del 092 que evite bloqueos y que se fijen protocolos de actuación, y la adopción de medidas de comunicación y de sensibilización social”.
